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"¿Quién paga el costo político si suben los casos?": Fernández, Larreta, Kicillof y la negociación "puertas adentro" de la reapertura

La negociación detrás del anuncio. La presión de Larreta por diferenciarse de Kicillof, el pedido del presidente y la cautela del gobernador bonaerense.

por Gonzalo Prado

16 Julio de 2020 14:44
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Ayer por la noche, cuando el presidente Alberto Fernández despidió de la quinta de Olivos al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tomó la decisión política de regresar a la fase 3 de la cuarentena por la pandemia del coronavirus (Covid-19) en el AMBA. Los otros dos mandatarios provinciales, como también los colaboradores que los acompañaron, se fueron con la misma certeza. 

Sin embargo, el número récord de contagios, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, planteó una inquietud: ¿qué pasa si se abre y siguen aumentando los casos de positivos? La duda no tenía sólo una pata sanitaria. Sobre la mesa, los números son claros: si bien la ocupación de camas de terapia intensiva ronda el 63,7% en el AMBA, a esta altura del año suelen estar ocupadas cerca de su totalidad como consecuencia de las enfermedades respiratorias estacionales.

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Tampoco se preguntaban si la cuarentena estricta desde el primero de julio surtió efecto, ya que la tasa de duplicación en el Conurbano, por ejemplo, pasó de 14 días a 19. Ahora, el problema central apunta a que nadie quiere pagar el costo político de una eventual suma de casos posterior al nuevo anuncio. En criollo: Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad tomaron la decisión de flexibilizar la cuarentena, pero no quieren, como dice el refrán, que el tiro les salga por la culata.

Esta situación es la que buscará dejar en claro Kicillof, quien en un Zoom con los intendentes del AMBA ya planteó la posibilidad de "volver a ir hacia atrás" con una cuarentena más estricta de ser necesario. Las palabras del gobernador dejaron sorprendidos a los jefes comunales del oficialismo -como también de la oposición- debido a que esperaban un “reto” por parte del mandatario provincial por las diferentes habilitaciones de rubros que se dieron en las últimas semanas sin pedir permiso del ejecutivo bonaerense.

“De por sí fue muy complicado que se cumpla, dentro de todo, esta etapa de la cuarentena. No hay mucho margen para volver a encerrarse porque se rompe de hecho”, analizó uno de los intendentes del kirchnerismo. Para no enfrentarse con La Rosada, Kicillof tiene pensado dejar bien en claro que si bien apoya la medida de empezar a flexibilizar, tiene sus reparos.

“Es una forma de quedarse bajo resguardo”, resumió uno de los colaboradores más cercanos del gobernador, luego de haber mantenido una breve charla con uno de los infectólogos que forman parte del comité de asesores presidenciales. En esa conversación, previa al encuentro con los intendentes, el especialista le explicó que hay una diferencia de entre 15 y 21 días con la Ciudad en cuanto al "estadio de la pandemia". ¿Por qué esa aclaración? Porque de acuerdo a las estimaciones oficiales, el pico de la tasa de contagio (R0) se dio un mes atrás en territorio porteño; no así en el Conurbano.

“No habrá una apertura alocada, ni absolutamente flexible; sino que tendremos que tener un ojo muy claro respecto a qué actividades se podrán realizar”, afirmó hoy el jefe de Gabinete provincial, Carlos Blanco, en declaraciones a Rock and Pop.

En territorio porteño, si bien miran con atención la R0 y la ocupación de camas de terapia intensiva, tienen decidido avanzar con la flexibilización y, salvo que las cifras indiquen lo contrario, no aceptarían plantear una estrategia diferente para estar en consonancia con Provincia.  “Vamos hacia una fase 3 de a poco y a la 5 en un lapso de 12 semanas”, sostienen cerca de Rodríguez Larreta, quien además de la presión social sabe que dentro de Juntos por el Cambio también tiene que mandar una señal de diferenciación con respecto a Kicillof.

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Fernández, por su parte, mantuvo hoy un encuentro con el grupo de especialistas que lo asesoró sobre las cuestiones sanitarias de la pandemia. A diferencia de las veces anteriores, decidió dejar para último la palabra de los médicos. Quienes frecuentan al Presidente sostienen que eso se debe a que está vez la cuestión es más política que sanitaria.

“La decisión política es flexibilizar”, remarcaron desde Olivos ante la consulta de BigBang. A eso se le suma que la atención empieza a estar puesta también en el resto de las provincias, debido a la posibilidad de un posible rebrote.

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