La semana pasada, un grupo de agentes de la Policía Federal ingresó al edificio del Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires para reclamar por su negativa a ser traspasados a este cuerpo, proceso que comenzó hace poco más de dos años.
Encabezándolos y erigiéndose en vocero estaba Juan Mármol, quien se presentó como cabo primero y dialogó con varios medios. Sin embargo, lo cierto es que el hombre no pertenece a la fuerza: fue exonerado en junio por incumplimiento de los deberes y obligaciones que emanan de la ley 5688 (que regula el Sistema de Seguridad Pública de CABA) e insubordinación.
La decisión se tomó luego de que, en marzo, participara de una manifestación contra el traspaso de agentes de la Federal a la órbita de la Policía de la Ciudad y luego expresara públicamente su disconformidad en un canal de noticias, hechos que transgreden el reglamento.
Así, ahora fue denunciado desde las carteras de Seguridad nacionales y de la Ciudad por usurpación de títulos y honores -al aparecer con uniforme y atributos sin ser oficial- e incitación a la violencia.
Patrimonio inexplicable
Graciela Ligorria, esposa de Mármol.
Al mismo tiempo, su esposa Graciela Ligorria, también presente en la protesta, está en situación pasiva y en proceso de exoneración por insubordinación. Además, tiene denuncias por amenazas, incumplimiento de los deberes de funcionario público y enriquecimiento liicito.
Ligorria posee un auto valuado en alrededor de 450 mil pesos.
En relación a esta última denuncia, su patrimonio está rodeado de incógnitas. Nunca presentó su declaración jurada y efectuó viajes a destinos como México y Qatar que no se corresponden con su nivel de ingresos. Paralelamente, posee un Peugeot Allure valuado en unos 450 mil pesos.