Ricardo Alfonsín decidió encarar una misión que hoy parece imposible: "radicalizar" a la UCR. El diputado nacional apunta a fortalecer un sector interno del partido que llevó a su padre a la presidencia de la Nación con el objetivo de ponerle "freno" al avance del ala "más neoliberal" de Cambiemos.
Cansado de ser espectador de las decisiones que toma la alianza gobernante, el hijo del ya legendario Raúl Alfonsín está decidido a pelear por una candidatura para los comicios legislativos de de 2017.
Según asegura la agencia oficial Télam, Alfonsín se convirtió en la piedra en el zapato de la conducción de José Corral al frente del Comité Nacional del radicalismo, pero también de su antecesor en el cargo, Ernesto Sanz, el socio predilecto de Mauricio Macri en el poder.
Alfonsín con Ernesto Sanz. El hijo del ex presidente quiere frenar a los "neoliberales".
Corral y Sanz dedican sus horas a ponerle coto a los radicales díscolos que -como el dirigente de Chascomús- se sienten incómodos en la sociedad con el macrismo.
Hasta ahora, han tenido un éxito indudable: el radicalismo es furgón de cola de un gobierno conducido por el PRO y una camada de ex CEOs de grandes empresas. Así lo dice la oposición al gobierno, pero también lo entiende el propio Alfonsín, según reconoce en la intimidad.
Según anuncia Télam, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín tiene decidido competir por una banca el año próximo y lo hará encabezando una lista "radical pura" -por el momento- en la interna de Cambiemos.
Sanz, Lilita Carrió y el presidente Macri. La alianza va por otro lado.
Con el objetivo de articular un nuevo espacio interno que sea capaz de "poner freno" al "avance" del "ala más neoliberal" de Cambiemos, el diputado nacional recorre la provincia de Buenos Aires con intensidad desde hace unos cuantos meses.
Hace actos en los comités y dialoga con dirigentes, intendentes y concejales de la provincia.
Días atrás, Alfonsín tildó de "adolescentes" a los dirigentes de su partido que se enojaron por la foto que mostró a Cristina Kirchner con la boina blanca con pompón rojo en un acto por los 100 años de la asunción de Hipólito Yrigoyen, que organizó el radicalismo kirchnerista de Leopoldo Moreau.
"Lo más grave es que se despartidizan los partidos. El radicalismo se desradicaliza. Yo sigo en mi Partido para que vuelva a ser lo que tiene que ser, porque creo en la política y en las ideas", dijo.
Lo más grave es que se despartidizan los partidos. El radicalismo se desradicaliza.
Alfonsín avisa que profundizará su ya marcada diferenciación respecto de algunas de las medidas del gobierno y "sin reparo alguno" porque -dicen- "no está dispuesto aceptar la derechización" de la alianza gobernante
El hijo del ex presidente se diferenció del gobierno de Macri en varias oportunidades. Las más recientes fueron sus críticas a la intención del Ejecutivo de limitar las competencias y el mandato de la procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó y la posibilidad de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Alfonsin en campaña en 2011 junto a De Narváez. ¿Vuelve a competir?
El dirigente radical sabe que el escenario actual presenta dificultades para consumar sus planes (Alfonsín acaba de perder el manejo de la UCR bonaerense en manos del vicegobernador Daniel Salvador), pero confía en poder aglutinar fuerzas a partir de dos "factores centrales" que -evalúa- desvela a sus correligionarios.
Por una lado, el persistente descontento por la "poca incidencia" que tiene la UCR en la marcha de los gobiernos de Macri y de María Eugenia Vidal y, por el otro, el temor de algunos radicales de quedar relegados en el armado electoral del año próximo si se concretan los acuerdos que viene sondeando el Pro con sectores del peronismo.
Todavía no decidió si buscará renovar su banca como diputado nacional o si intentará saltar al Senado. Podría competir con Elisa Carrió, Margarita Stolbizer, Facundo Manes (quien parece impulsado por Vidal), Sergio Massa, Daniel Scioli, Florencio Randazzo y hasta la propia ex presidenta Cristina Kirchner.