"Que Susana debute igual, si total le vamos a dejar cincuenta puntos de rating", se jactaban los libertarios la semana pasada por los casillos de La Rosada cuando desde el Gobierno se dieron cuenta que el regreso de la diva de los teléfonos a la televisión se empataba con la presentación del presupuesto en el Congreso.
Por ese entonces, el "triángulo de hierro" estaba convencido de que la cadena nacional que brindaría Javier Milei lograría los mismos números que obtuvo la primera apertura de sesiones ordinarias del Gobierno libertario. Sin embargo, las Fuerzas del Cielo volvieron a morder el polvo en el palacio legislativo y el presidente recibió su primer baño de realidad con un masivo e histórico apagón televisivo, sólo visto en la década de los noventa con la privatización.
Tal era la convicción del círculo rojo del Gobierno, que la propia secretaria general de la Presidencia levantó el martes de la semana pasada el teléfono y se comunicó con el productor general de Susana Giménez. "No puedo volver este domingo porque me llamaron desde el Gobierno, específicamente la señora Karina Milei", reconoció la conductora.
"Ella habló con mi productor y le dijo: 'Con el presidente Javier le queremos pedir perdón, sabemos que quieren debutar, pero él va a dar a conocer el presupuesto nacional y va a ser largo. Está bien, porque la gente (a esa hora) está en la casa y lo puede escuchar tranquilo, ¿qué vamos a hacer? Por algo será. Siempre lo digo, por algo será", sumó la ciudadana uruguaya.
En efecto, la cadena nacional tuvo una duración de 53 minutos y culminó antes de las diez de la noche, horario en el que la diva tenía pautado su regreso. Giménez podría haber llevado adelante su primer programa con normalidad, pero Telefe decidió despegar a una de las principales figuras del canal de la imagen presidencial y así se determinó la postergación.
El domingo llegó y los hermanos Milei comenzaron la jornada con la primera mala noticia: la consultora Zuban Córdoba difundió una encuesta que encendió alarmas en La Rosada. En los primeros diez meses de gestión, el presidente libertario perdió 4,9 puntos de imagen positiva. En concreto, el 57.3% de los argentinos y argentinas desaprueban su gestión, sobre un todavía optimista 42.3%.
La encuesta fue sólo el preludio de lo que sucedería por la noche. El presidente llegó a las nueve al Congreso, escoltado por su hermana. Tras un forzado abrazo con Victoria Villarruel -muy similar a la postal que el Gobierno difundió después del encuentro entre Milei y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni-, el presidente ingresó al recinto y se subió al atril, especialmente armado para él.
Mientras Patricia Bullrich desplegaba en las inmediaciones del Congreso otro imponente operativo de seguridad -para evitar movilizaciones en contra de la administración libertaria-, la televisión de aire esperaba con los brazos abiertos el inicio de la cadena nacional. El acumulado de la audiencia era de 14.4 puntos (1.440.000 televidentes), un colchón más que sabroso para los libertarios.
Pero, ¿qué fue lo que sucedió? Dos minutos después del arranque, sólo quedaban frente al televisor 730.000 personas. En concreto, la aparición del presidente espantó a 710.000 en sólo 120 segundos. Y el derrotero no paró. Si bien los canales de noticias mantuvieron su audiencia habitual, los números de los canales de aire registraban un histórico rojo conforme avanzaba el discurso: a los veinte minutos, la audiencia alcanzaba los 410.000.
💣Bombita: sólo Telefe logró superar el dígito y promedió 2.5 magros puntos durante la transmisión. Muy por detrás quedó El Trece (0.6), América (0.5), Bravo (0.3), El Nueve (0.2) y la Televisión Pública (0.2).
Si bien desde el Gobierno consideraron que el prime time del domingo les brindaría una mayor audiencia, lo cierto es que el tiro le salió por la culata. ¿Qué fue lo que sucedió la semana pasada en la misma franja horaria? El acumulado de los canales de aire fue de 17.6, unos 13,6 puntos más que los que generó Milei. La lectura es contundente: el presidente "espantó" a 1.360.000 millones de personas.
El fracaso también se extendió a las redes sociales, la arena en la que hasta ahora Caputo se movía como pez en el agua. Pese a la arenga del ejército de trolls coordinado por el asesor presidencial, la transmisión oficial desde YouTube sólo fue vista por 6.500 personas; algo así como el doble de la capacidad del teatro Gran Rex.
Pero, ¿qué fue lo que sucedió cuando los canales de aire recuperaron la transmisión? Telefe pasó de 2.5 a 8.3 con el programa Escape Perfecto, mientras que El Trece dejó atrás los 0.6 que les dejó Milei y subió a 5.2 con la película La guerra del mañana. El Nueve completó el podio con 1.1 con el ciclo periodístico de Romina Manguel, Opinión Pública. Sólo América no pudo alcanzar el dígito y creció sólo 0.3 puntos con el programa GPS de Rolando Graña.
Una vez que terminó la cadena, los canales de aire recuperaron audiencia de inmediato: Escape Perfecto de Telefé trepó a más de 8 puntos y La guerra del mañana le devolvió los 5 puntos a El Trece pese a la anodina actuación de Chris Pratt.
El rating de la apertura de sesiones ordinarias y el esfímero festejo libertario
El desplome de la imagen presidencial quedó expuesto con los números de su última cadena nacional. Y es que en marzo, en el marco de su primera apertura de sesiones ordinarias, Milei logró cosechar un promedio de 35.9 puntos de rating: 3.590.000 sintonizaron su discurso. Y el festejo libertario no se hizo esperar.
"'Nuevediario' fue el noticiero más exitoso de toda la historia de la televisión argentina. Su pico máximo de rating fue de 49 puntos, todo un récord. El discurso del presidente Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias fue de 50.8", celebró el vocero presidencial, Manuel Adorni, desde sus redes sociales.
💣Bombita: el cálculo que hizo el vocero presidencial fue, cuanto menos, mentiroso. Y es que Adorni sumó la audiencia de todos los canales de cable que no están obligados a emitir la cadena nacional.
Quien también celebró el pico de audiencia en su momento fue el "Gordo Dan": "50 puntos de rating. Ja, ja, ja, ja". Al momento, el twittero -galardonado por APTRA como el más influyente en Twitter- todavía no hizo alusión alguna al apagón televisivo que sufrieron las huestes libertarias en el Congreso.