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Política

“Reforma laboral no, modernización”: Alberto y la letra fina del acuerdo que ya negoció con los sindicatos

El discurso que dio el presidente electo en la CGT responde a su intención de “modernizar la economía”. Los detalles en la nota.

10 Noviembre de 2019 10:13
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“No tiene sentido luchar contra lo imparable, lo que debemos hacer es preparar a nuestra gente para vivir en el futuro”. La frase de Alberto Fernández cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que la pronunció nada más y nada menos que en el edificio de la calle Azopardo de la CGT, frente a las primeras líneas del sindicalismo argentino. Escoltado por Héctor Daer y Carlos Acuña, el presidente electo dio contundentes señales de la que será su política laboral a partir del diez de diciembre. La negativa a hablar de “reforma laboral” y la letra fina del acuerdo que ya negoció con los sindicatos.

Después de las PASO, las especulaciones con respecto a una eventual reforma laboral de la administración de Fernández no se hicieron esperar. Aparecieron, claro, todo tipo de recetas: desde la “salida a la portuguesa” al modelo uruguayo. Y así, mientras que le ponía el cuerpo al segundo tramo de la campaña, Alberto empezó a diagramar con su equipo un modelo propio. La orden fue clara: no se habla de reforma laboral, sino de modernización laboral. En campaña, durante la transición e incluso en el poder, el manual de estilo albertista le escapa a los términos vinculados al neoliberalismo. 

Alberto quiere que haya una capacitación a los trabajadores para que no sean reemplazados, sobre todo en ciertos sectores que son más delicados, como los de sanidad y alimentación”, precisan desde la mesa del albertismo, en línea con el pedido que Fernández hizo el viernes.

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El objetivo central de la administración de Fernández será salir del modelo de la producción tradicional. El avance no busca reducir el poder de los sindicatos, sino consensuar los cambios necesarios de cara al avance de la tecnología y su ya evidente alcance en las condiciones laborales de muchos trabajadores.

Si el escenario se da por convenio, sí o sí va a ser con intervención del Estado"

“Todavía no está claro si se va a tratar convenio por convenio o si se va a llevar adelante dentro del acuerdo económico y social entre empresarios y sindicalistas”, reconocen, aunque aclaran de inmediato: “Si el escenario se da por convenio, sí o sí va a ser con intervención del Estado y una habilitación final”.

La clave del mensaje que el presidente electo le dio al sindicalismo fue una: “Para salir adelante, no hay otra opción que modernizarnos”. En cada una de las reuniones que mantuvo, Alberto fue categórico a la hora de destacar que todos los sectores tendrán que colaborar, aunque el puntapié inicial lo tendrá que dar el sector empresarial, el menos vapuleado durante la administración de Mauricio Macri.

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“Los trabajadores tienen que capacitarse y modernizarse”, sostienen desde el albertirmo. El objetivo no radica sólo en mejorar la productividad y aggiornarse a los tiempos que corren, sino también evitar la mayor cantidad de pérdidas laborales: “Si se va a cerrar un puesto, es necesario que esos trabajadores estén capacitados para ocupar otro”.

Si se va a cerrar un puesto, es necesario que esos trabajadores estén capacitados para ocupar otro”

Para eso, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas tendrá un rol protagónico, tal como prometió durante su campaña, en línea con el anuncio de la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología -relevado a en septiembre del 2018 a secretaría por Macri-. “La idea es trasladar la tecnología del CONICET a la industria, sobre todo a las Pymes, para que ganen competitividad”.

El plan de Alberto, en líneas generales

Devolver el rango ministerial a Ciencia y Tecnología. Poner a disposición de las Pymes la tecnología del CONICET para modernizarse y ganar competitividad. Capacitación de los trabajadores. Reperfilamiento del modelo productivo del país. Acuerdo entre empresarios y sindicatos para readaptar el perfil laboral y la matriz productiva.

“No fue una marcada de cancha”: la interna detrás del discurso de Alberto Fernández en la CGT

Muchas fueron las especulaciones que se hicieron después del cargado discurso de Alberto en el salón Felipe Vallase. Se habló de “ruptura con el sincialismo”, uno de los principales socios políticos de la nueva administración. Incluso, pese a los explícitos aplausos de los distintos líderes sindicales, se especuló con que había sido una “marcada de cancha”. “Alberto no hace anuncios en público si no es algo que se conversó antes en privado”, destacan desde su entorno. “Si dio ese discurso, es porque se trata de algo que fue muy conversado puertas adentro. Ya fue acordado”.

El dato no es menor si se tiene en cuenta quiénes acompañaron a Alberto sobre el escenario, además de los ya mencionados Daer y Acuña. Hugo Moyano, cuya presencia se puso en duda, escuchó atento cada palabra del presidente electo. Lo mismo hicieron dirigentes como Antonio Caló, Omar Maturano, Sergio Palazzo, Roberto Fernández, Amadeo Genta, Andrés Rodríguez y Armando Cavalieri, entre otros.

Si dio ese discurso, es porque se trata de algo que fue muy conversado puertas adentro. Ya fue acordado"

“Aprendimos de nuestros errores”. Uno de los principales referentes y articuladores de la reunificación del peronismo fue Sergio Massa, presente durante la reunión. “Sabemos que las diferencias las tenemos que discutir entre cuatro paredes y no en los medios”, aclaró sólo horas después de la victoria electoral. El discurso de Alberto, sostienen, no rompió con esa línea. "Lo que dijo ya estaba consensuado, no fue una sorpresa para nadie".

En efecto, fue el propio Moyano quien en septiembre, un mes después de las PASO, ya anticipaba que apoyaría un plan como el que finalmente expuso el viernes Alberto. "Nos va a tener que sentar a todos en la mesa y tenemos que aportar algo todo si queremos sacar el país adelante. Estamos convencidos de que una reforma laboral no resuelve esto, pero si hay que resolverlo directamente con cada una de las actividades habrá que hacerlo. Estoy dispuesto. Cada actividad debe adaptarse a las necesidades económicas".