Tras el frustrado debate por la reforma electoral que incluía el voto electrónico, el kirchnerismo se encuentra dividido. Hoy Máximo Kirchner cuestionó la iniciativa oficialista, que quedó postergada, y sostuvo que “el voto electrónico es malo”. Sin embargo, en el Senado hay sectores del Frente para la Victoria que estarían dispuestos a trabajar en un proyecto serio el año que viene.
Máximo dijo hoy que el voto no debe ser un trámite como "ir a un rapipago".
El Frente para la Victoria no habilitó ayer el debate en la Cámara alta de uno de los proyectos en los que más trabajó el Gobierno este año: la reforma política, que incluía el voto electrónico, criticado por los sectores del PJ que se inclinaban por la tradicional boleta en papel. Para Máximo, “el voto electrónico no tiene por qué ser ágil y cómodo. Lo importante es que sea secreto y seguro”, señaló.
Por radio 10, el diputado y jefe de La Cámpora dijo que “votar no es ir a un rapipago”, y señaló que “el voto electrónico está siendo cuestionado en todo el mundo”. El proyecto impulsado desde la Casa Rosada incluía, en un principio, un chip para agilizar el recuento, lo que fue criticado por la oposición. A lo largo del mes, al menos veinte expertos en electrónica y elecciones expusieron en el Congreso. Sólo unos pocos expertos se mostraron a favor del proyecto del oficialismo.
Sin embargo, y aunque con matices, en el Senado hay dirigentes del Frente para la Victoria que estarían dispuestos a dar el debate el año que viene. A diferencia de los sectores más duros del kirchnerismo, que se manifestaron en contra de cualquier tipo de sistema electrónico, varios senadores estarían de acuerdo con un sistema mixto: elección electrónica, pero conteo manual.
Las críticas de un sector del FpV eran por el recuento de los votos.
De hecho, hay senadores del Frente para la Victoria que están de acuerdo con debatir el proyecto en 2017. La traba del “chip”, que según los más opositores al proyecto podría “controlar el voto”, podría ser modificado por el “modelo scanner”, como lo definió ante BigBang un senador del kirchnerismo que estaría abierto a dar el debate el año que viene. “Sería por medio de un código QR, o un código de barras”, aclaró.
Lo cierto es que en el propio bloque del Frente para la Victoria hubo mal clima por la discusión. Hubo legisladores que plantearon, en el mismo tono que Máximo, que no era correcto dar el debate sobre el voto electrónico, y que se inclinan por la tradicional boleta en papel. El caso de Marcelo Fuentes, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, fue uno de ellos.
El senador Marcelo Fuentes (FpV) se había inclinado por las tradicionales boletas de papel.
De todos modos, en el propio bloque del Frente para la Victoria hay sectores que no descartaban un debate en este sentido para el año que viene. “El año que viene se podrá armar un buen debate, amplio. En este caso había poco tiempo para implementar cambios”, relató a BigBang un hombre del FpV.
En un sentido similar se manifestó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien sostuvo que “la boleta única electrónica es un proceso inevitable”, y aseguró que la derrota no es del Gobierno, sino de la sociedad. “Si la Nación no logra impulsar un nuevo sistema, serán las provincias. Este es un cambio que se viene, independientemente de que algunos dirigentes se quieran oponer”, remarcó el funcionario.
Frigerio lamentó la falta de debate en el recinto y dijo que será un tema de debate.
Además, lamentó la “falta de debate en el recinto”. “No quisieron discutir nuestro proyecto, pero tampoco que se debate el redactado por el senador (Juan Manuel) Abal Medina, es una oposición para sostener el mismo esquema y forma en la que se vota”, cuestionó el ministro.