01 Febrero de 2018 14:34
Al ministro de Trabajo Jorge Triaca ya no le queda ningún pariente en la órbita del Ejecutivo. Su mujer Cecilia Loccisano, renunció a su cargo como subsecretaria de Coordinación Administrativa del Ministerio de Salud, tras conocerse el decreto por el cual se prohibe el nombramiento de familiares directos en el Estado.
Cecilia Loccisano trabajaba desde hace 15 años en el ministerio de salud.
La ex funcionaria le dirigió una breve carta al ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, en la que aseguraba que significó “un honor” haber trabajado a lo largo de 15 años en esa cartera en diversos roles administrativos. Es que a diferencia de sus familiares Loccisano precede al ministro de Trabajo en el Estado.
La carta de Cecilia Loccisano al ministro de salud.
A su vez, aseguró que durante su trabajo el Ministerio puso su “firme vocación de poner la salud pública al servicio de quienes más la necesitan”.
A pesar de que ayer se oficializó la normativa "antifamililiares" por la que Mauricio Macri prohibió la contratación de parientes de hasta segundo grado de consanguinidad, dígase padres, hijos, cónyuge, hermanos, abuelos, nietos, nueras y yernos, las hermanas de Triaca tomaron la delantera.
Mariana y Lorena Triaca, presentaron su renuncia el lunes. La primera era desde el diciembre parte integrante del Banco Nación, mientras que Lorena era directora de Asuntos Externos de la Agencia Argentina de Inversiones.
Las hermanas de Triaca renunciaron esta semana.
Lorena también estaba en el ojo de la tormenta por su labor empresaria como vicepresidenta y directora de Unify, una empresa de comunicaciones contratada por el Gobierno porteño en 33 ocasiones desde 2014, por un monto total de $62.949.737,77, la gran mayoría sin licitación pública previa.
Tras la partida de las dos hermanas, el cuñado de Triaca, Ernesto Juan Martí Reta (esposo de Mariana), también se retiró de su cargo como titular del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE).
A través de una carta a Pablo García, presidente del BICE, Reta destaca: "si bien mi ingreso a la función pública se dio en diciembre de 2015, de manera previa a construir mis actuales vínculos afectivos, el dictado -en el día de la fecha- del Decreto 93/2018 constituye un llamado que, entiendo, no puede ser desoído, sino que debe ser acompañado y honrado por quienes entendemos la tarea como un servicio público".