El primero en dar un paso al costado en medio del repudio político y popular había sido el polémico juez Horacio Piombo. Hoy, su par Benjamín Sal Llargués, el otro magistrado de la Cámara de Casación Penal, renunció a su cargo.
Se trata del magistado que, junto a Piombo habían sido socialmente repudiados tras firmar un fallo en el cual le redujeron a la mitad la condena a un abusador de un niño de seis años, y gracias a eso fue liberado, al considerar que el hecho, el abuso, no había sido “gravemente ultrajante”.
Sal llargués y Piombo en tiempos en que tomaban decisiones (equivocadas) en conjunto.
Sin embargo el camino que le espera a Sal Llargués, no será el mismo de Piombo. Ambos magistrados tenían abiertos, por ese hecho, sendos trámites de juicio político en la Secretaría Permanente de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires (Spemf). Piombo no será juzgado ya que al renunciar presentó su trámite de jubilación. Sin embargo, el proceso continuará para Sal Llargués, debido a que no puede acogerse a ese beneficio por no tener ni la edad ni los años de ejercicio del cargo, que exige la jubilación.
Fuentes de la Spemf, explicaron que ya fue abierto otro juicio político, a ambos magistrados, por un
fallo anterior que los dos jueces firmaron, el 15 de marzo de
2011, en el cual
anularon una condena por corrupción de menores a un
pastor religioso que
abusó
sexualmente de
dos niñas y las dejó
embarazadas