La Cámara del Crimen revocó el sobreseimiento del periodista y ex candidato a diputado por Cambiemos Fernando Niembro en la causa que investiga el pago de 24 millones de pesos a su empresa La Usina Producciones para “proveer espacios de publicidad” y realizar “encuestas de satisfacción” para el Gobierno de la Ciudad.
De este modo, Niembro vuelve a estar en la mira de la Justicia. Los contratos se habían hecho públicos al cabo de una investigación del periódico Tiempo Argentino.
Niembro y Macri, cuando el periodista encabezaba la lista a diputados nacionales de Cambiemos.
Los camaristas Alberto Seijas, Carlos Alberto González y Ricardo Pinto dijeron que “las pruebas producidas hasta el momento impiden descartar que haya existido un fraude en perjuicio del patrimonio de la administración pública o bien otro de los delitos mencionados por el Fiscal General”.
Los hechos por los cuales se lo acusa a Niembro (y que terminaron forzando su renuncia a encabezar la lista de Cambiemos en la provincia) habrían ocurrido ente 2012 y 2015, cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno de la Ciudad.
“La Usina Producciones S.R.L. (la empresa de la que era socio Niembro) percibió del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la suma total de $24.718.595, 48 y tuvo un costo de $5.644.898,07 para cumplir con las obligaciones contractuales asumidas, lo que en definitiva le significó una utilidad bruta de $ 19.073.606, 41”, cuestionó la Cámara lo que, a primera vista, parece al menos un gran negocio para el periodista y su productora.
De acuerdo con el fallo de la Cámara, “previo a contratar a La Usina se solicitaron otros dos presupuestos y uno de ellos -que no fue elegido por su mayor precio- fue confeccionado por Santiago Videla, quien finalmente realizó la prestación como empresa subcontratada y a un precio significativamente inferior. Nótese también que La Usina Producciones S.R.L.” percibió para ello $7.197.564 y abonó a Videla $2.526.074, 15, significándole una utilidad bruta de $ 4.671.489, 85”.
En otras palabras, se presentaron dos empresas para un contrato: la de Niembro y la de Videla. El gobierno de la ciudad eligió la de Niembro, que había presentado un presupuesto menor. Pero la otra empresa terminó haciendo el trabajo por un monto muy inferior al que había propuesto originalmente. La operación deja la idea de una competencia ficticia, un "dibujo" en el cual no hay rivales sino un gran negocio para todos.
El fallo de los camaristas cuestiona, además, la interpretación que hace el juez de instrucción Roberto Ponce -quien dictó el sobreseimiento de Niembro- de un informe que él mismo había solicitado a la Auditoría General de la Provincia de Buenos Aires. “Si bien el juez de primera instancia consideró que el informe elaborado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires no arrojó cuestionamientos de ninguna índole respecto de estas contrataciones, cierto es que sí observó que la necesidad y urgencia invocada no se encontraba suficientemente justificada y que el recurso sistemático a ese instrumento implicaba un apartamiento de la Ley que regula las compras y contrataciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, afectando los principios de igualdad, libre concurrencia, economía”, opinaron los jueces, que cuestionan que haya habido una consulta a dos empresas elegidas al boleo aparentemente vinculadas entre sí y no una licitación pública entre varios oferentes. Este procedimiento está autorizado sólo en casos de necesidad y urgencia. Para la Cámara no se observa a simple vista que este sea uno de esos casos.