Producto de la alta inflación y la incertidumbre económica -además una tensa relación con los gremios que se agudizó tras el caso Triaca y el avance de la justicia sobre Hugo Moyano- el Gobierno abandonó el discurso duro sobre una suba de salarios en torno al 15 % sin cláusula gatillo y ahora habla de "paritarias libres".
El Gobierno sigue de cerca las paritarias 2018.
La intención de la Casa Rosada de fijar un límite a las paritarias había encendido las alarmas en los sindicatos, que de inmediato sostuvieron que el tope era una fantasía que no iba a ser aceptada por nadie. El propio Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, aseguró desde Davos que "sin la cláusula gatillo sería más fácil el proceso de desinflación".
En rigor, mientras Macri continúa en Europa, el Gabinete sigue de cerca las negociaciones de los gremios. "El 15% es una referencia, pero se va a aplicar la paritaria libre. Nosotros esperamos que siga creciendo el salario real, aunque entendemos que cada sector tiene su propia realidad. Y si la cláusula gatillo sirve para eso, habrá cláusula gatillo. Cada sector definirá cuál es la mejor política", asegura Peña en su entorno.
Triaca, fuera de las negociaciones con sindicatos por ahora.
Los consultores privados y la oposición sostienen que la inflación de 2018 girará en torno al 20 por ciento, por lo que la suba que pretende el Gobierno quedaría 5 puntos por debajo.
En este sentido, hoy mismo, el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTEBA), Roberto Baradel, consideró que sería "irrisorio" y "un ensañamiento con los trabajadores" que la propuesta oficial en el marco de la negociación paritaria docente sea del 15 por ciento sin cláusula gatillo. Baradel volvió a reclamar a las autoridades bonaerenses que convoquen "cuanto antes" a los gremios docentes para dar "más tiempo" a la negociación, previo al inicio del ciclo lectivo, aunque entendió que el gobierno provincial "ha elegido dilatar los tiempos".
A pesar de que el oficialismo aseguró no poner techo a las paritarias, el Gobierno recurre a un sindicalista aliado para lograr cierta previsibilidad en el aún incierto mapa de las paritarias. Apeló a Armando Cavalieri, histórico jefe del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), y a las cámaras empresarias del sector para intentar establecer la pauta salarial de referencia en 15% y desactivar la cláusula gatillo para ajustar por inflación. A cambio, habilitó la revisión del acuerdo de 2017 y autorizó una suba de un 6% adicional.
Macri y Cavalieri, un sindicalista siempre amigo del poder.
Cavalieri y Jorge Di Fiori, titular de la Cámara Argentina de Comercio, sellaron un acuerdo a dos bandas. Por un lado, fijaron el cronograma de pago del 6% adicional por la paritaria del año pasado, que había quedado por debajo de lo que resultó la inflación. El Gobierno aceptó la compensación a cambio de la suba moderada para este año.
A futuro, en tanto, el gremialista y el empresario"suscribieron un acta por este año, cuyo aumento se prevé de 15 por ciento. El mismo trato se replicó con la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, que lidera Fabián Tarrío.