por Amilcar Nani
05 Abril de 2016 18:00
Esposado y con chaleco antibalas. Así llegó Lázaro Báez a la comisaría 23° de Palermo. Afuera, una multitud se agolpó para gritarle “¡Ladrón!” y “¡Corrupto!”. Minutos después llegó al mismo lugar su contador, Daniel Pérez Gadín, imputado igual que el empresario kirchnerista en la causa por lavado de dinero en la denominada "Ruta del dinero K".
Se espera que Lázaro Báez sea trasladado esta noche a la Superintendencia de Investigaciones Federales, en Madariaga y General Paz, Villa Lugano, donde estará detenido hasta que tenga que prestar declaración indagatoria ante el juez Sebastián Casanello en los tribunales de Comodoro Py. Su contador correrá con la misma suerte que él.
¿Cómo es el lugar donde estará preso Báez?
El edificio de la Superintendencia de Investigaciones Federales fue inaugurado hace casi 16 años y antes era un predio perteneciente al Cuerpo de Policía de Tránsito. Fue pensado para mantener a detenidos temporarios, que casi siempre luego son trasladados a una cárcel perteneciente al Servicio Penitenciario.
La celda de Lázaro Báez tiene 2 metros por 2,5 metros, baño privado y cama cucheta. El sistema de seguridad es electrónico y también tradicional: cada calabozo se cierra con pasador y candado
Tiene 21 celdas individuales de 2 metros por 2.5 metros (un poco más grandes que las celdas normales) y cada una tiene baño privado y camas cucheta. Cada celda no sólo tiene un sistema de seguridad electrónico sino también el tradicional: cada calabozo se cierra con candado y pasador. Están pensadas para los detenidos incomunicados.
Además de las celdas privadas, en la Superintendencia hay un cuarto especial para presos con trastornos mentales (con paredes acolchadas y piso de goma) y cuatro celdas generales destinadas a menores y adultos. En todos los pabellones hay calefacción, refrigeración, grupo electrógeno y circuito cerrado de tevé.
Entre los presos célebres que pasaron por la Superintendencia de Investigaciones Federales se cuentan al ex gerenciador de República Cromañón, Omar Chabán, Gerónimo “Momo” Venegas, el Secretario General de la UATRE imputado por la mafia de los medicamentos, José Pedraza cuando fue imputado por el asesinato de Mariano Ferreyra, Mauro Martín, el barrabrava de Boca, y el arquero Pablo Migliore, cuando fue acusado de encubrir el asesinado de Esnesto Cirino.
