El Gobierno se apresta a extender nuevamente la cuarentena por la pandemia del coronavirus (Covid-19) hasta el 8 de junio. Sin embargo, por ahora y hasta la semana que viene, en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires se mantendrá el mismo esquema.
“Hay que tomar una decisión porque se acerca el día pero todavía es muy temprano para ver si los cambios que hubo generaron un efecto negativo”, expresó una alta fuente nacional. Si bien hoy el presidente Alberto Fernández mantendrá en Olivos un encuentro con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; la decisión pasará por mantener todo tal cual está.
“Recién el fin de semana vamos a tener los números del impacto de las medidas de apertura que tomamos. Todos los casos que se vienen confirmando son de antes de las mismas. Por eso no se va a hacer ningún anuncio”, sostuvieron desde la Ciudad, en donde remarcan que el cumplimiento de las nuevas normas viene teniendo altos niveles de acatamiento.
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En cuando al resto de las provincias, en un principio, no habría un nuevo cambio de fase y al menos por 15 días más se mantendrá todo tal cual se encuentra. Es decir que habrá que esperar para desembarcar en la quinta etapa, denominada "nueva normalidad". “Sí vamos a pedir habilitar algún rubro económico más la semana que viene”, expresaron desde una de las provincias con menos casos de coronavirus confirmados.Una de las medidas que sorprendió fue la decisión del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, de regresar a la cuarentena estricta cuando no habían pasado dos semanas de las medidas en la capital provincial. “Todos los casos que estamos viendo ahora son previos a las medidas que se anunciaron la última vez, es decir que son todos contagios que se dieron en la etapa previa cuando el aislamiento era más restrictivo”, agregaron desde el ministerio de Salud porteño.
Un dato no menor es que en territorio bonaerense recién la semana que viene comenzará a funcionar un operativo de refuerzo de testeos, no solamente en barrios postergados, debido a que la provincia más grande en tamaño es la que menos cantidad de análisis diarios registra. Sobre todo en el Conurbano bonaerense en donde junto con la Ciudad se concentra el 80% de los casos que hay en la Argentina.
Recién sobre el fin de semana se tendrá, según explican, un panorama más claro de la situación que hay en el AMBA y sobre la base de eso se tomará la decisión de dar marcha atrás o de continuar con el modelo actual. Tal y como le contó la semana pasada el infectólogo Roberto Debbbag a BigBang, la clave estará en tener ya armado un eventual plan para volver fuertemente a un aislamiento más restrictivo, teniendo en cuenta que estamos en lo que denominó como “un pre pico” de casos.
Esto fue reforzado hace 10 días por el propio presidente en el anuncio del la extensión de la cuarentena cuando remarcó en reiteradas ocasiones la posibilidad de dar marcha atrás con la apertura. La reunión entre Fernández, Kicillof y Rodríguez Larreta se da en un momento de creciente tensión entre ellos. Si bien públicamente cada vez que hablan destacan el trabajo mancomunado que llevan adelante, las críticas en privado están a la orden del día.
El primer cruce lo protagonizó Kicillof que se mostró preocupado por la situación de aumento de casos en territorio porteño y deslizó la posibilidad de que eso genere un aumento de positivos de coronavirus en Buenos Aires. Algunos intendentes bonaerenses siguieron con esa prédica, en la que remarcaban las diferencias de estructura y el temor a que se repita el estallido de casos en las villas de emergencia.
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Cerca de Rodríguez Larreta creen que Kicillof estaba preparando el terreno para cuando los casos en la Provincia comiencen a aparecer como consecuencia del refuerzo de testeos que impuso la Nación. Mientras tanto, Fernández hace equilibrio entre las fuerzas internas del Frente de Todos y ayer le dedicó un “palito” al alcalde porteño al recibir al referente de la organización La Garganta Poderosa, Ignacio Levy, luego de la muerte de Ramona Medina a causa del coronavirus en el Barrio 31.“Es la lógica que tenía Néstor Kirchner. En público te cruza y te sube al ring mientras que en privado busca contenerte”, afirmó una fuente de trato permanente con el jefe de Estado.