A un día de que comience el debate por la Ley Ómnibus que el presidente Javier Milei llevó al Congreso Nacional, de lo único que hay certeza es de la incertidumbre que genera entre los diputados nacionales opositores y dialoguistas, como llaman a quienes se prestan a votar a favor entre el PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Federal (HCF). Mientras que el ministro del Interior, Guillermo Francos, les ofreció a legisladores de nueve provincias un 30 por ciento más en la Coparticipación para lograr su apoyo, el mandatario nacional salió a romper la negociación, luego de realizar un retuit en donde se referían a este espacio propenso a votar positivamente su proyecto como el "bloque extorsión".
El retuit de Milei se lo hizo al senador bonaerense Joaquín de la Torre, ex intendente de San Miguel y también ex ministro de Producción y de Gobierno durante el mandato provincial de María Eugenia Vidal. "Lo que en realidad quieren los diputados del 'bloque extorsión' es seguir viviendo del negocio de la política. No tuvieron problema en darle facultades extraordinarias a CFK, Alberto y Kicillof. Siempre estuvieron cómodos con el modelo progre y estatista", escribió el ex peronista.
Esta publicación, típica ya de los últimos días en los que la actividad presidencial pasa casi exclusivamente por lo que likea y comparte el presidente libertario, fue fundamental para que las negociaciones que venía manejando Francos caigan como la manzana de Newton. Según fuentes cercanas al funcionario, este nuevo palo en la rueda de la tan difícil rosca para lograr que la Ley Ómnibus se apruebe, dejó al ministro a un paso de la renuncia.
El ministro del Interior se había juntado en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) con los dialoguistas, y le había llevado la propuesta de girarles a estos nueve territorios, 150 mil millones de pesos mensuales que saldrían del impuesto PAÍS que reemplazaría a Ganancias tras la aprobación de la nueva normativa. También allí les confirmó que las privatizaciones no avanzarían con YPF, Arsat, Nucleoeléctrica y el Banco Nación.
Más allá del retuit presidencial, la caída de las negociaciones estuvo vinculada también a que el impuesto PAÍS finalmente pasó "se discutirá más adelante", según lo que anunciaron desde la Oficina de Prensa de Presidencia. Esto motivó a que también Francos salga a pronunciarse al respecto: "El gobierno ya dijo que todo lo fiscal lo conversaremos más adelante con todas las provincias y el Congreso. No vamos a discutir temas fiscales en esta ley", reconoció.
Francos había jerarquizado mucho el último tramo de la negociación y la propuesta que hizo en el CFI. Allí estuvieron 10 gobernadores: el de Jujuy, Carlos Sadir; el de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; el de Chaco, Leandro Zdero; el de Córdoba, Martín Llaryora; el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Jorge Macri; el de San Juan, Marcelo Orrego; el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; el de San Luis, Claudio Poggi; el de Chubut, Ignacio Torres; y el de Corrientes, Gustavo Valdés. Además, estuvieron el vice del tucumano Osvaldo Jaldo y el del catamarqueño, Raúl Jalil.
Los dialoguistas también dijeron presente en el evento. Allí estuvo el presidente del bloque HCF, Miguel Ángel Pichetto; el del PRO, Cristian Ritondo; y el de la UCR, Rodrigo de Loredo. Además se hicieron un lugar en la reunión otros legisladores de HCF, como Emilio Monzó, Nicolás Massot, Ricardo López Murphy, Oscar Agost Carreño, y Carlos Gutiérrez; lo mismo que los del PRO Diego Santilli y Damián Arabia; los radicales Lisandro Nieri, Pamela Verasay y Soledad Carrizo; además de los representantes de Innovación Carlos Alberto Fernández, Agustin Fernandez, Alberto Arrua, Pamela Calletti y Osvaldo Llancafilo.
Faltan menos de 24 horas para la sesión y desde el oficialismo parecen perder las esperanzas de aprobar un proyecto que buscaba modificar 664 artículos de una veintena de leyes, y que en su último borrador proponía hacerlo con 386, casi la mitad. Lo que iban a conseguir con la Coparticipación, ahora puede significar tener que retroceder en más modificaciones, algo que también suena inadmisible para los oídos del presidente.