Big Bang! News
Más

Seis definiciones del nuevo mapa político tras la derrota oficial en el Congreso

Tras el mazazo que el Gobierno recibió en el Congreso, se abre un nuevo escenario de poder. El rol de Massa, la falta de trabajo territorial, y la vigencia de la "rosca" políticas. Ejes del futuro electoral.

07 Diciembre de 2016 11:40

1

Massa se erigió como el jefe de una alianza temporal

El líder del Frente Renovador logró encolumnar detrás de las modificaciones al Impuesto a las Ganancias al kirchnerismo y al bloque Justicialista, de Diego Bossio. "Plantear esto como una cuestión política es un error", aseguró el ex candidato presidencial sobre el acuerdo. 

De cualquier modo, Massa logró ubicar en una misma foto a referentes del peronismo, pese a que evitó mostrarse junto a Máximo Kirchner para que no se recordaran aquellas épocas en las que respondía a Cristina Kirchner

Ayer, Massa logró algo que parecía imposible: reclutar a una parte del peronismo detrás de una meta concreta. Ahora las alarmas en el Gobierno se encienden: el partido que gobernó el país hasta diciembre de 2015 mostró cierta recuperación. 

2

Marketing no mata política

En el seno de la Casa Rosada, impulsado por el jefe de Gabinete Marcos Peña, el Gobierno basó gran parte de la estrategia política en “comunicación directa” a través de redes sociales, timbreos y y un posicionamiento en los medios tradicionales de comunicación.

En otras palabras Peña dedicó gran parte de su tiempo de gestión a la comunicación y la estrategia, por encima de las relaciones políticas tradicionales. Este fue uno de los ejes de las criticas de Emilio Monzó, el peronista que preside la Cámara de Diputados hacia el propio gobierno. Monzó le advirtió a Macri en más de una oportunidad que sin política territorial, el 2017 se transformará en derrota. Faltó "rosca", es el diagnóstico. 

3

Los gobernadores traicionaron a Macri

Con Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, ministro del Interior, a la cabeza, el Gobierno trabajó durante el año en intentar captar los votos dispersos de aquellos mandatarios provinciales que tenían buen vínculo con el Ejecutivo. 

Sin embargo, algo salió mal. Los representantes de Gildo Insfrán, Domingo Peppo, Gustavo Bordet, Lucia Corpacci, Juan Manzur, Carlos Verna, Miguel Lifschitz y Juan Manuel Urtubey acompañaron el proyecto opositor. En la Casa Rosada, las caras largas abundan. 

Incluso ayer, insistentemente, Gerardo Zamora intentaba desligarse de la "traición" de los otros diputados peronistas. Es que su esposa, Claudia Ledesma Abdala, es la gobernadora de Santiago del Estero, y una peronista con buena sintonía con el macrismo.  

4

Con las redes sociales no alcanza

El Gobierno gasta, desde la jefatura de gabinete, millones de pesos para las acciones en redes sociales. Lo consideran un trabajo trascendental para lograr una "correcta" comunicación política y transmitir las acciones de Gobierno. Incluso, existen dos áreas que se dedican específicamente a ello. Pero nada de esto logró impedir la medio sanción de la ley. 

Incluso, las acciones para lograrlo estuvieron mal articuladas. Intentaron desmentir los dichos de Emilio Monzó, luego de que el presidente de la Cámara de Diputados cuestionara la falta de trabajo territorial y la forma de comunicar del Gobierno. Incluso, desestimaron sus críticas hacia el asesor Durán Barba.

También se intentó presionar a buena parte de los gobernadores con una gráfico en el que les mostraba cuáles serían las pérdidas para sus arcas en caso de apoyar el proyecto opositor. Otra vez, nada funcionó. 

5

Fin de la "atomización del PJ"

Desde principio de año, el Gobierno, de la mano de Emilio Monzó, trabaja en la división del PJ. Incluso, el presidente de la Cámara de Diputados incentivó la formación del bloque de Diego Bossio y Oscar Romero. La idea siempre fue atomizar el PJ, resquebrajarlo y romperlo. 

Esta lógica, que tuvo éxito en buena parte de la actividad parlamentaria del año, se rompió por primera vez ayer, luego de que Massa, Bossio y el kirchnerismo se encolumnaran detrás de una misma meta para derrotar al oficialismo.

 

6

La mira puesta en el Senado

Antes de analizar los posibles costos políticos de vetar la ley, el macrismo apuesta a que el proyecto se caiga en el Senado. Para ello apelará a su vínculo con los gobernadores, a pesar del mazazo que representó la "traición" de varios de ellos. El Gobierno apelará a la necesidad de los mandatarios provinciales de utilizar los fondos enviados por la Nación. 

Es que las modificaciones en el proyecto impactan de lleno en las provincias, ya que lo recaudado se coparticipa en un 50% entre la Nación y las provincias. El oficialismo esperaba el respaldo de los gobernadores pero no lo consiguió, a pesar del esquema que les envió la Casa Rosada sobre lo que dejarían de recaudar si se aprobaba el proyecto de la oposición.

10