No pocas fueron las expectativas y discusiones suscitadas en base al breve, pero ajetreado paso de Mauricio Macri por Oriente, con escalas en Dubai, China y Japón. Mientras se espera que los diálogos y reuniones de la semana se cristalicen en la famosa y prometida "lluvia de inversiones", nuevos desafíos acechan al presidente en su vuelta al país: los de nuestra región, incluyendo a una vieja conocida a punto de explotar y un país vecino en serios problemas institucionales.
Lilita, siempre Lilita
El lidiar con la explosiva e impredecible personalidad de Elisa "Lilita" Carrió no es un problema al que Macri y su gabinete deban enfrentarse por primera vez: en su momento, había cuestionado la salida de Juan José Gómez Centurión de la Aduana y también criticó al jefe de los espías, Gustavo Arribas, tras su vinculación con pagos de coimas. El poder de la polémica diputada no le es ajeno a nadie y todo el mundo sabe que, de un momento a otro, puede desatar un tsunami institucional de así proponérselo.
Lilita y una crisis de confianza con Cambiemos
En este caso, la nueva fuente de conflicto con la referente de Cambiemos viene de la mano de una presunta "opereta política" para proteger a Julio De Vido, el ex-funcionario K, en la investigación por el escándalo de coimas que la firma brasileña Odebretch pagó en el país a cambio de mejoras en las concesiones de obras públicas. “Tengo un profundo cansancio moral, me cuesta creer en alguien”, rezaba el críptico mensaje que publicó el sábado al mediodía en las redes sociales. Señal de alarma para su partido.
Pero todo fue un paso más allá cuando, a los minutos de haber sido publicado ese primer tweet, arremetió: “Nunca creí que me podría pasar esto en un Gobierno de Cambiemos”. Y agregó: “Todos, sin exclusiones, quieren proteger a (Julio) De Vido". Macri, naturalmente, sería uno de los presuntos "encubridores".
De Vido, presuntamente encubierto por Macri y Cambiemos
Asimismo, la diputada oficialista no parece dispuesta a aminorar la marcha en su arremetida contra Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema, y está preparando un contrataque en base a un detallado informe que la Auditoria General de la Nación (AGN) realizó sobre la administración de la Corte. "No siempre se especifica el avance físico actual y acumulado", se afirma en el mismo.
Si bien Macri puede intentar poner paños fríos a la cruzada, tratando de remarcar que la iniciativa de "Lilita" es personal y no representativa de Cambiemos, el impacto en su imagen sigue siendo una posibilidad: Carrió es parte de su Gobierno y sus acciones le serán atribuidas por esa razón.
Brasil y el efecto rebote
Macri se encontraba en China cuando se desató el infierno en Brasil: pedidos de impeachment contra el presidente Michel Temer, escándalos por coimas y bolsos millonarios sacuden la estabilidad institucional del gigante del Sur, que todavía recuerda el maremoto político que sacó en agosto del año pasado a Dilma Rousseff del poder.
Temer, acorralado por las denuncias, se niega a renunciar a su cargo
Desde Cambiemos parecerían creer que el líder brasileño tiene un paso más afuera que adentro de la conducción del país. Pero sea esto seguro o no, lo cierto es que, mientras tanto, la crisis de Brasil impacta a la propia Argentina por igual: al ser este nuestro principal comprador, el efecto rebote es ineludible. Caídas en la bolsa y un aumento en el precio del dólar fueron los primeros síntomas de la crisis política que sacude al país de Temer.
El desafío para Macri será el mantener una mirada atenta en la situación del vecino, a fin de tener un amplio margen de maniobra institucional con el cual responder a los posibles daños colaterales que su crisis nos puede causar. A tan sólo meses de una elección que marcará un punto de inflexión en el futuro político de Cambiemos, la lógica indica que el presidente buscará desactivar la bomba antes que sea demasiado tarde.
Macri, acorralado tras su paso por Oriente
Sin lugar a dudas, el presidente tendrá una semana "movida" en la que buscara aplacar los focos internos y externos de su partido.