Sergio Massa llamó a una gran cena para recaudar fondos para llevar adelante la campaña más aguerrida que se le presenta al peronismo. Fue en Campo Norte y reunió a referentes políticos y empresarios, muchos de los cuales le tendieron la mano al ministro de Economía. El candidato, para no levantar sospechas, dijo que mostrará “el aporte de todos los que contribuyeron” al financiamiento de la campaña y recalcó: “Para que después no aparezcan las sospechas del financiamiento y la venta de candidatura”.
En los próximos días -según aclaró el propio Massa- serán publicados los datos de aquellos que aportaron a la campaña. “Quiero decirle en primer lugar gracias (...) Todos de alguna manera dieron una muestra de confianza un poquito mayor que el voto, que es poner un poquito del ingreso para poder acompañar los sueños y nuestras ideas”, dijo.
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El candidato a Presidente tiene la difícil doble función de ser el ministro de Economía de una Argentina en la que su soberanía económica pende de un hilo y ser el contrincante de un candidato como Javier Milei que busca la dolarización: “Porque cuando se habla de entregar la soberanía, en términos de señoreaje, que no es menos que la dolarización, es de alguna manera el resignarse a perder la capacidad como país de elegir cuál es el proyecto de desarrollo”, dijo Massa. Y fue contundente: “La competitividad de nuestra industria, los sectores a desarrollar, la elección de vectores estratégicos asumiendo cuál es nuestra capacidad instalada”.
La gran promesa de Sergio Massa
Una estocada fue directo a los slogans de campaña de sus contrincantes Patricia Bullrich y Javier Milei: “No le tenemos miedo al futuro, porque no nos mueve ni el odio, ni la violencia, ni el deseo de la desaparición del otro, nos mueve un profundo amor por la Argentina”. Los más futboleros dirían que es una “auto-mufa”, pero Massa ya no le teme a nada: “Quédense tranquilos, el país del futuro va a ganar en primera vuelta o en segunda pero vamos a seguir gobernando Argentina”.
Durante su discurso, Massa volvió al peronismo de base y entonó como si fuera una canción llena de mística que “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”, haciendo un paralelismo con las palabras del General Juan Domingo Perón que “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”. Todo esto para llamar a la unidad: “Nos quieren envenenar con el antagonismo político, y nosotros desde el 10 de diciembre vamos a convocar a un gobierno de unidad nacional”.
El candidato de Unión por la Patria cree que ese es el norte que como argentinos “nos puede permitir construir un proyecto de nación”. Sin titubear, Sergio Tomás dio a los votantes del peronismo una luz de esperanza, una sensación de seguridad, un posible sueño de victoria peronista.
Los problemas de Sergio Massa
El ministro y candidato reconoció que llegó en un momento en el gobierno de Alberto Fernández en el que todo parecía caerse a pedazos. Uno a uno nombró las problemáticas que tuvo que enfrentar y claro, un palito fue para Mauricio Macri que después de muchos años volvió a acordar con el Fondo Monetario Internacional y se refirió a este problemón económico como una “herencia de la peor deuda de la historia argentina”.
Pero no se quedó ahí, también reconoció la terrible labor que dio la gestión de salud de la pandemia por coronavirus (no hay que olvidar que el Ministerio de Salud había sido degradado a Secretaría de Salud): “Nos tocó administrar la peor pandemia del último siglo, y concurrir como concurrimos como Estado al rescate y la protección de puestos de trabajo”.
Bombita: quiénes acompañaron a Sergio Massa
Estuvo todo el arco político de este nuevo peronismo que junta referentes y referentas de acá y de allá para formar un Frankenstein que promete competir contra el candidato de ultraderecha Javier Milei, que ganó las PASO con un 30% de los votos¿Quiénes estuvieron? Agustín “El Chivo” Rossi, su compañero de fórmula y jefe de gabinete de Alberto Fernández. Estuvo también el candidato a Presidente de Cristina Fernández de Kirchner Eduardo “Wado” De Pedro actual ministro del Interior. El ministro de Cultura, Tristán Bauer también acompañó junto al canciller Santiago Cafiero y el ministro de Defensa Jorge Taiana.
Claro que Malena Galmarini -compañera de vida de Sergio Massa y titular de la empresa AySA- no faltó, pero también estuvieron Kelly Olmos (ministra de Trabajo), Jaime Perczyk (ministro de Educación), Matías Tombolini (secretario de Comercio), entre otros. El gran ausente fue Alberto Fernández que últimamente está bastante atrás de las bambalinas mediáticas pero sí estuvo su mano derecha el diputado Leandro Santoro, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello y el infaltable senador nacional Mariano Recalde.