Un verdadero escándalo envuelve a la localidad de Caucete, San Juan. El intendente Julián Gil se convirtió en noticia por designar a buena parte de su familia en cargos políticos en el municipio que dirige. El dato más llamativo: su hijo de tan sólo 18 años se convirtió en Secretario de Deportes y su hija, de 19, secretaria de Coordinación. Ninguno podría demostrar experiencia previa para tal responsabilidad.
Gil junto a su familia, que ahora trabajan en el municipio de Caucete.
Primero fue su esposa, Patricia Solar, como secretaria de Acción Social, luego su hija Gimena y su hijo José. A falta de familiares, nombró a su hermano David como jefe de Compras del municipio. Esta semana se conocieron dos nuevos ingresos: sus hermanos, Delfina y Ernesto, como jefa de Legales y director de Ganadería.
Gil no sólo justificó los nombramientos sino que aseguró que quiere “blindar” su gestión.
Aunque no existe impedimento legal, las designaciones generan polémica y la situación despertó fuertes críticas de la oposición local que dudan de la capacidad del flamante gabinete. Gil asegura que el hecho de estar rodeado de familiares le genera confianza a la hora de administrar el municipio.
Su hijo de 18 años, Secretario de Deportes de la localidad, no cuenta con experiencia administrativa al frente de entidades deportivas, pero según Gil “es un excelente jugador de Voley”. Algo similar ocurre con su hija de tan sólo 19 años, cuyas funciones al frente de la Secretaria de Coordinación estarán bajo la lupa de los vecinos de Caucete.
La localidad será administrada, en parte, por jóvenes de 18 y 19 años.
Su hermana Delfina ocupa el cargo desde que asumió la intendencia el año pasado pero su designación salió a la luz recién ahora, tras conocerse el ingreso a la municipalidad de los hijos de Gil. En el caso de Ernesto el lunes 4 de enero se redactó el decreto de nombramiento.
El intendente entiende a las designaciones como un blindaje contra los que, declara, le “juegan en contra permanentemente”. ¿El motivo? Asegura que la gestión anterior designó 196 personas a fines que están complicando el normal funcionamiento de su gestión.
En diálogo con el diario de Cuyo, Gil insistió en que no le preocupa que los cauceteros lo puedan acusar de cometer nepotismo. Según dijo, “la realidad es que los únicos que critican son los funcionarios anteriores, pero se olvidan de todos los parientes que dejaron en planta permanente”. La polémica promete continuar.