La sesión especial en la Cámara de Diputados, conducida por Martín Menem y en la que se trata el proyecto "Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos" más conocida como Ley Ómnibus, se reanudó después del cuarto intermedio pedido por el jefe de la bancada de LLA, Oscar Zago que propuso que se siga debatiendo durante el viernes 2 de febrero; la sesión empezará a las 10 de la mañana.
Estaba muy entrada la madrugada y solo faltaban 17 oradores para hacer uso de la palabra y dar al fin la votación general cuando se tomó la decisión de ir a un cuarto intermedio. Esta movida de fichas se dio para conseguir el respaldo de los sectores dialoguistas que discuten algunos artículos de la Ley como las facultades extraordinarias, la emergencia en varios puntos y las privatizaciones de empresas estatales.
Puertas afuera del Congreso gente de pie, organizaciones sociales y referentes de diferentes sectores populares se concentraron para manifestarse en contra de la Ley. La situación que prometía ser pacífica se volvió caótica en la jornada de ayer y casi de guerra del Estado contra trabajadores: se activó el protocolo anti-manifestaciones que lleva el nombre de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.
Oficiales de Gendarmería, Policía de Establecimientos Navales, Policía Federal se hicieron presentes en la Plaza de los dos Congreso formando vallas humanas que separaban a los manifestantes de las calles tal cual lo dispuso el protocolo represivo.
La violencia escaló a tal punto que los oficiales encargados de la represión agredieron a jubilados, estudiantes, trabajadores de prensa y hasta autoconvocados con palos, gas pimienta y las peligrosas balas de goma.
El clima de tensión máxima se vio alrededor de las 19.30 cuando un grupo de Diputados bajó a la calle para pedir que pararan con la represión desmedida en las inmediaciones del Congreso.
De hecho, el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martín presentó una moción para establecer un cuarto intermedio alegando que afuera había una "terrible represión". Sin embargo, no se la aprobaron, rechazándola en su mayoría con el argumento de que "no se puede interrumpir la labor de un poder del Estado", en palabras de Miguel Pichetto, presidente de la facción dialoguista, Hacemos Coalición Federal.
24 horas lleva el debate que se reanudará en pocas horas. Se espera que se pueda resolver el capítulo de privatizaciones, las facultades extraordinarias para el Ejecutivo y la declaración de diferentes emergencias; con respecto ese último punto se mantiene la emergencia en económica, financiera, administrativa, tarifaria, energética, seguridad y administrativa.
Los números hablan por sí solos: hay 143 diputados para aprobar en general el dictamen de mayoría. En el "poroteo", los votos a la Ley se darían así: "38 de diputados de La Libertad Avanza, 34 votos de la Unión Cívica Radical, 18 de Hacemos Coalición Federal, 37 del Pro, 9 de Innovación, 2 de Producción y Trabajo, 2 Buenos Aires Libre, 1 de Creo, 1 Avanza Libertad, y 1 Unidad Mendocina.
Las modificaciones de la Ley
- Privatizaciones: se eliminan otras nueve empresas que se iban a privatizar quedando así en manos del Estado. De las 41 que eran en el proyecto inicial, quedan solo 27. Entre las que seguirán siendo estatales están: el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Dioxitek S.A; Fábrica Argentina de Aviones, Fabricaciones Militares, Radio de la Universidad del Litoral, Servicio de Radio y TV de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación, Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio.
- "Superpoderes": fue una de las discusiones más importantes y al fin se cedieron las facultades extraordinarias de dos años a solo uno-
- Emergencias: de las 11 que tenía el proyecto original quedaron 7 que son económica, financiera, tarifaria, energética, de seguridad, fiscal y administrativa.