El canciller Felipe Solá aseguró hoy que la decisión del Gobierno argentino de abandonar el Grupo de Lima fue “formalizar algo que venía ocurriendo desde diciembre de 2019”, y dijo que “no hay ningún cambio" en la "posición internacional" de la Argentina "ni respecto de Venezuela ni de Estados Unidos”.
Solá, al hablar con El Destape Radio, recordó esta mañana: “No veníamos firmando ninguna declaración de ellos (en alusión al Grupo de Lima) y fue formalizar algo que venía ocurriendo”.
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El titular del Palacio San Martín también indicó que “se nos consultó a través de la embajada en Washington y se les dijo (al Gobierno de Estados Unidos) que pertenecemos al Grupo de Contacto de la Unión Europea, y ese cambio lo hicimos hace mucho; ahora lo único que hicimos fue formalizar esa salida”.
“El Grupo de Contacto se plantea debatir el no avance de ningún tipo en relación a Venezuela, cosa que no ocurría con el Grupo de Lima”, explicó Solá. Ayer, el Gobierno argentino formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que "no han conducido a nada" las acciones que impulsó ese bloque en el plano internacional "buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes".
En el texto de la Cancillería que se difundió ayer, se lee: "En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada".
En tanto, Solá indicó que “el no avance no es sólo responsabilidad del Grupo de Contacto o de los que tienen interés en que el pueblo venezolano tenga una situación democrática más sólida, son que también es responsabilidad del Gobierno de Venezuela”.
“En el Grupo de Contacto hay un debate sobre cuáles son las mejores metodologías para alcanzar esto, mientras que el Grupo de Lima tiene un nivel de dogmatismo mucho mayor y nosotros nos sentimos más cerca del debate que se da en el Grupo de Contacto”, resumió Solá.
Ante una consulta, el canciller aclaró que “no hemos recibido ningún pedido de Estados Unidos en el sentido de que esto implique cambios en la negociación con el Fondo Monetario Internacional”.
“Le hemos comunicado al Departamento de Estado que no había cambios en nuestra relación con Venezuela ni con Estados Unidos, se lo comunicamos claramente”, manifestó.
Asimismo el ministro recordó que la Argentina votó “contra Venezuela por la situación de los derechos humanos en octubre en Ginebra, porque teníamos el informe elaborado por (Michelle) Bachelet y apoyamos lo que hace Bachelet”.
La noticia tuvo un impacto directo en el Departamento de Estado que, mediante un comunicado, remarcó la necesidad de fortalecer al Grupo de Lima. “Estados Unidos cree que debe haber una solución negociada a la crisis precipitada por Maduro. Debe haber elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas en Venezuela”, señaló dicho ministerio. “Esperamos fortalecer la coordinación con socios internacionales comprometidos con un futuro pacífico y democrático en Venezuela”, agregaron.
Pero no sólo eso, hoy además se conoció que el Fondo Monetario Internacional (FMI), del cual Estados Unidos es el principal accionista y por ende sus posturas tienen un peso más que el del resto de los países, rechazó la intención del ministro de Economía, Martín Guzmán, de plantear una reestructuración a 20 años con quita de intereses.
“No tengo información minuciosa sobre ese tema. Lo que han indicado las autoridades argentinas es que preferirían un Acuerdo de Facilidades Extendidas en respaldo de sus planes y los desembolsos que hagan bajo ese plan se repagan en un período de 4,5 a 10 años. Estas condiciones se aplican en forma uniforme, no solo para la Argentina”, sostuvo hoy el vocero del organismo, Gerry Rice.