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Política

Sorpresa e inquietud en el Gobierno tras el pedido de detención de Cristina Kirchner

En las más altas esferas del Ejecutivo no creen que los beneficie y temen que se les vuelva en contra. "¿Quién va a querer ser funcionario si meten preso a cualquiera sin causa?", se preguntan.

07 Diciembre de 2017 10:57
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“El quilombo nunca viene bien”. Con esas palabras, un hombre del PRO deja en claro ante BigBang lo que podría ocurrir en caso de que el pedido de desafuero y detención de Cristina Fernández de Kirchner prospere en el Senado. En el Gobierno recibieron la noticia con inquietud y tienen opiniones encontradas respecto a la orden del juez federal Claudio Bonadio.

Apenas unas horas después de que el magistrado hiciera público el pedido de detención a la ex presidenta, Mauricio Macri encabezó un acto en la Residencia de Olivos, donde inauguró un paseo abierto al público. Allí se limitó a hablar de la obra y no hizo la más mínima alusión a Cristina.

No es la primera ocasión en que el mandatario se ve en esa encrucijada. Si bien no se expresó nunca respecto a la posibilidad de que la ex presidenta acabe tras las rejas, siempre dudó qué responder sobre la detención de su antecesora cuando los periodistas lo consultaban en privado.

Juntos. Años atrás, una fotografía que quedó para el recuerdo.

Como sea, en el Gobierno dudan de que el pedido de Bonadio pueda beneficiarlos. Un hombre del PRO en el Congreso evalúa que “no hay alegría en el Gobierno”, y deslizó que el pedido de desafuero y detención de Cristina puede generar conflicto en las calles. “El quilombo nunca viene bien”, se sincera ante BigBang.

“¿Quién va a querer ser funcionario si meten preso a cualquiera sin causa?”, se pregunta otro alto funcionario del Gobierno. En el Ejecutivo hay una doble sensación: por un lado creen que si existió encubrimiento está bien que sean detenidos; por el otro les llama la atención el “despertar tardío” de la Justicia, sobre todo porque si se avanza contra quienes no tienen condenas firmes, la situación puede volverse contra ellos mismos.

La ex presidenta juró como senadora hace apenas una semana.

De hecho, el propio Macri llegó a la presidencia mientras tenía un procesamiento en su contra, en el marco de la causa que investiga las escuchas ilegales cuando era jefe de Gobierno porteño. Hay quienes ahora reconocen que Macri podría haber sido detenido con la misma lógica con la que la Justicia avanzó contra Julio De Vido, Amado Boudou o contra la propia ex jefa de Estado.

Incluso hay funcionarios del Gobierno que creen que el pedido de Bonadio fue un pase de factura del bloque del peronismo que comanda Miguel Ángel Pichetto, luego de la fractura con el sector más cercano a Cristina, que se concretó ayer. “No estoy de acuerdo con que metan preso a cualquiera sin condena”, agregó un hombre de Cambiemos.

De hecho, hay sectores del Gobierno que creen que la detención del ex vicepresidente no fue correcta y que aseguran que Boudou no debiera estar detenido, ya que la decisión que tomó Ariel Lijo fue arbitraria. “Hay causas de 20 años con muchas pruebas y prescriben, y ahora todos tienen que ir pesos”, dicen.