Fernando De la Rúa permanece internado en grave estado luego de haber sido sometido a una angioplastia en la que le colocaron tres stents. No es la primera vez que el ex presidente -que duró dos años y se fue dejando un país en estado de Sitio y casi 40 muertos por la represión en todo el país- es sometido a un procedimiento de estas características. Por el mismo procedimiento también pasaron Néstor Kirchner y, más recientemente, la diputada oficialista Elisa Carrió. Poca gente sabe que el stent es un invento argentino revolucionario que salvó miles de vidas y se aplica en todo el mundo.
La angioplastia a la que fue sometido De la Rúa y por la que permanece internado en coma farmacológico en el Hospital Austral de Pilar no es la primera. El 8 de junio de 2001 le debieron colocar un stent para destapar una arteria y nueve años después volvió a someterse al mismo procedimiento, donde le colocaron otros dos dispositivos.
¿Pero qué es un stent y para qué sirve? El médico cardiólogo y presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, Jorge Tartaglione, explicó a BigBang que se trata de dispositivos con forma de rulero metálico que se colocan en el interior de la arteria para mantenerla abierta y que no se cierre.
El stent expansible mediante un cateterismo es un invento argentino reciente, que data de mediados de los años ochenta. Fue creado por el radiólogo Julio Palmaz, que lo patentó en 1988 y que debió enfrentar una docena de juicios por la patente. De acuerdo a los datos del Colegio Argentino de Cardioangionólogos Intervencionistas (CACI), por año se colocan unos 90 mil, es decir, unos 246 por día. Se trata de una técnica de altísima seguridad.
Así actúa un stent.
Tartaglione detalló que en la Argentina las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte. “Mueren 40 mil personas por año. Los que llegan al hospital tienen enfermedades en las arterias coronarias. Hasta 1967 se realizaba el tratamiento de revascularización, hasta la década de 1980 se usaba el método de René Favaloro: by pass o tratamiento”, explicó el reconocido cardiólogo.
Hay diversos tipos de stents: aquellos que liberan drogas para facilitar la limpieza de las arterias; y los biodegradables, que liberan drogas pero que a su vez tienen la capacidad de reabsorberse con el tiempo.
Arterias tapadas: clásica dolencia que persigue a los políticos
PODER Y ANGIOPLASTIA
El historial de dirigentes políticos que fueron sometidos a una angioplastia incluye no sólo a De la Rúa. Un mes y medio antes de morir, el ex presidente Néstor Kirchner debió ser sometido a una angioplastia luego de un chequeo de rutina y una “arteriografía coronaria”. En octubre de 2016, la diputada oficialista Elisa Carrió fue sometida a una angioplastia y le colocaron dos stents.
Néstor Kirchner fue sometido a una angioplastia el 12 de septiembre de 2010.
En la política las enfermedades cardiovasculares son más comunes de lo que parecen: a Carrió, De la Rúa y Kirchner se le suman el senador radical Ángel Rozas, a quien le colocaron tres stents en 2016; o el ex presidente Carlos Menem, quien durante un partido de golf en 1993 se desvaneció y debieron operarlo de urgencia por una obstrucción en la arteria carótida derecha, que irriga sangre del corazón hacia el cerebro.
A Elisa Carrió le colocaron un stent en octubre de 2016.
El senador puntano y ex presidente, Adolfo Rodríguez Saá, también fue sometido al cateterismo, aunque en su caso derivó en una operación quirúrgica más compleja, que incluyó un doble by pass debido a un problema coronario.
Carlos Menem fue operado de la carótida en 1993 tras desmayarse jugando al golf.
El médico experto en conductas saludables, Marcelo Suárez, señaló a BigBang que “la política es una profesión de riesgo”, y remarcó que la colocación de un stent debe ser considerada como una “gran advertencia que entró al cuerpo por la ventana”. “El organismo necesita hidratarse, alimentarse adecuadamente, descansar correctamente, ejercitarse, pensar positivamente y apagar la cabeza con ejercicios de respiración consciente”, aconsejó.
Adolfo Rodríguez Saá fue sometido a una angioplastía, aunque luego le hicieron un doble by pass.
“Hay algunas profesiones que son más distractoras que otras. La política en su máxima expresión es una de ellas”, remarcó Suárez, quien señaló que las “inconductas” prolongadas con el tiempo (fumar, el alto consumo de alcohol, falta de ejercicio, el mal descanso, entre otras) tienen un grave efecto en las arterias, aunque también consideró que las obstrucciones pueden ocurrir por cuestiones genéticas.