El candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, presentó este lunes el Plan Argentina sin Hambre, rodeado de dirigentes sociales, empresarios, sindicalistas y referentes de los organismos de derechos humanos. Si es electo, impulsará la creación de una Tarjeta de Alimentos, una ley de Góndolas y “federalizar la producción” de alimentos. “Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica”, aseguró.
El proyecto fue presentado esta mañana en la sede de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El candidato a presidente presentó la iniciativa acompañado por el diputado Daniel Arroyo, uno de los hombres que pica en punta para ocupar el Ministerio de Desarrollo Social si el Frente de Todos resulta electo.
LAS CLAVES DEL PROYECTO
Se creará una Tarjeta Alimentaria que será cargada con dinero por el Gobierno. Se lanzará el Consejo Federal 'Argentina contra el Hambre'. El Gobierno sumará a organizaciones sociales, sindicatos y empresarios, entre otros. A los sectores más humildes se les devolverá el IVA en la compra de comida. El proyecto fue presentado por Fernández, acompañado por Daniel Arroyo, a quien en el Frente de Todos ven como posible ministro de Desarrollo Social.Arroyo explicó el Plan Argentina sin Hambre, que consiste en cinco aspectos centrales: avanzar en una Ley de Góndolas para garantizar la variedad de marcas; el reintegro del IVA para los sectores más humildes; garantizar una Canasta Básica con precios económicos; federalizar el proceso de producción de alimentos y la creación de una Tarjeta Alimentaria para la compra de comida, que además tendrá un seguimiento nutricional.
El programa prevé, además, la creación del Consejo Federal 'Argentina contra el Hambre', del que formarán parte el Estado, organizaciones sociales, sindicatos, empresarios y algunas personalidades públicas: el objetivo es convocar a ese espacio a Juan Carr y Marcelo Tinelli, entre otros.
Entre los ejes principales del programa se enmarca la convocatoria al Consejo Federal Argentina Contra el Hambre, conformado por el Gobierno, organizaciones sociales, empresas y sindicatos. Además, la iniciativa promueve la creación del Observatorio Nacional Argentina Contra el Hambre.
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El diputado nacional y uno de los hombres de consulta permanente de Fernández en materia social detalló que sería “la primera política de Estado contra el hambre en el siglo XXI”, y si bien evitó comparar la situación actual con crisis anteriores, señaló que en la actualidad la situación se agudiza debido al incremento permanente en los precios de los alimentos.“Alguna vez que nos conmueva la vergüenza de ver la miseria al lado nuestro”, afirmó Fernández durante la presentación. El candidato presidencial sostuvo que es necesario “olvidar toda diferencia” y “juntarse para terminar de una vez para terminar con el hambre en la Argentina”. “Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica”, puntualizó, en un claro mensaje contra la gestión de Mauricio Macri.
“Si llego a ser electo me voy a poner al frente de la campaña contra el hambre en Argentina. Pero si no fuera así, quisiera que todos quedemos condicionados para resolverlo”, agregó. A su vez, Arroyo recordó las dramáticas cifras de pobreza, que en el primer semestre del año trepó al 35,4 % según el INDEC.
VIEJOS CONOCIDOS, DE REGRESO
Desde hace tiempo Daniel Arroyo es mencionado como posible ministro de Desarrollo Social, cargo que hoy ocupa Carolina Stanley. La presentación de hoy estuvo en sus manos y tuvo una llamativa particularidad. En 2003, ni bien asumió Néstor Kirchner, le encargó a su hermana, la ministra de Desarrollo Social, un plan que se llamó “El hambre más urgente”. Arroyo era Secretario de Políticas Sociales y fue el encargado del diseño de la iniciativa.
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Pero no fue el único dato curioso: entre los presentes hoy estuvo el ex ministro de Justicia de Kirchner hasta 2004, Gustavo Béliz, quien fue echado de la gestión después de haber mostrado en un programa de TV una foto con la cara del espía de la SIDE, Jaime Stiuso. Béliz vivió hasta 2014 en Uruguay y luego en Washington, donde trabajó para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En la actualidad trabaja en un instituto dependiente del BID, el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe, un cargo que le impide una intervención en la política interna de los países, aunque tiene contacto frecuente con Fernández y se especula con que podría ser designado al frente de la Secretaría de Asuntos Estratégicos.