La vicepresidenta Victoria Villarruel fue abucheada e insultada la noche del lunes al salir de la Basílica de San José de Flores, donde se celebró una emotiva misa en homenaje al papa Francisco. La ceremonia, presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, tuvo lugar en el templo donde Jorge Mario Bergoglio encontró su vocación religiosa y fue acompañado por cerca de mil personas, entre ellas referentes políticos y sociales.
Al grito de "Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar", decenas de manifestantes despidieron a Villarruel en las escalinatas de la iglesia. En medio de un clima de tensión creciente, se escucharon insultos y consignas que calificaban a la vicepresidenta como "nazi", y fue necesaria la intervención de su equipo de seguridad para garantizar su salida del lugar. La escena contrastó con su ingreso más temprano, cuando había accedido al templo sin inconvenientes.
La misa, convocada bajo la consigna "Por el eterno descanso", se realizó en la parroquia de la infancia del pontífice argentino, fallecido durante la madrugada del lunes en Roma a causa de un accidente cerebrovascular (ACV). Durante la homilía, el arzobispo García Cuerva destacó el legado de Francisco como un líder que "no tapó los problemas del mundo, sino que los puso sobre la mesa para generar debate y discusión". Llamó además a "vivir su legado" a través de la "unidad que tanto necesitamos".
La vicepresidenta, visiblemente tensa al abandonar el templo, evitó referirse al episodio de hostilidad y se limitó a expresar unas breves palabras en homenaje al papa: "Solo recogimiento y acompañar a los católicos y al pueblo argentino en el dolor que sentimos por la pérdida de nuestro Santo Padre. Solamente quiero hablar hoy de lo que fue el papa Francisco". Horas antes, Villarruel había publicado un mensaje en su cuenta de X (ex Twitter) tras conocerse la noticia del fallecimiento del líder de la Iglesia Católica.
En el posteo recordó su visita al Vaticano y expresó: "Quiero despedir al Santo Padre ante su dolorosa partida a la casa de Dios. Surgido de nuestra patria, nos representó como el primer papa americano de la historia (...) Como católica y argentina rezo por el eterno descanso de su alma". La ceremonia en Flores también contó con la presencia de otras figuras del espectro político, como la vicejefa de Gobierno porteño, Clara Muzzio; el diputado Leandro Santoro; y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
En paralelo, en distintos puntos del país se celebraron misas y homenajes al pontífice. El gobernador bonaerense Axel Kicillof participó de una ceremonia en la Catedral de La Plata, donde afirmó: "Su legado de compasión, solidaridad y humanidad es una hoja de ruta para construir un mundo más justo". La jornada dejó en evidencia no solo la conmoción provocada por la muerte de Francisco, sino también las tensiones que atraviesa el oficialismo en la escena política argentina.