29 Marzo de 2022 15:20
En medio de las versiones que advierten que existe una contundente crisis dentro de la cúpula del poder, Alberto Fernández participó de la presentación de la Agenda Temática Federal y Productiva para este año del Consejo Económico y Social (CES) en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y pidió "darle una oportunidad al diálogo" para "construir una realidad distinta en un país lleno de urgencias".
El mandatario consideró que "el mayor problema" que tiene la Argentina "es la inflación", defendió el acuerdo logrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y habló de hacer “terapia de grupo” con empresarios y gremios para enfrentar la suba escalonada en los precios. "Probamos muchas veces en pelearnos, discutir y hasta una vez nos bombardearon, por qué una vez no probamos con sentarnos a una mesa y nos contamos qué nos pasa", pidió el mandatario.
Y agregó: "Hagamos una suerte de terapia de grupo y encontremos una solución en conjunto, dialogada". Ante la mirada de representantes de los distintos sectores empresariales, gremiales y de movimientos sociales, pidió "dale una oportunidad al diálogo para construir una realidad distinta en un país lleno de urgencias". "Argentinos, démonos una vez la oportunidad al diálogo para ver si podemos construir algo nuevo, algo distinto", sumó.
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En el encuentro, el Consejo Económico y Social presentó los principales ejes para la puesta en marcha del Plan Argentina Productiva 2030. Estas propuestas incluirán la realización de mesas multisectoriales a lo largo del país, junto a gobernadores y representantes de sindicatos, cámaras empresarias, de la academia y la sociedad civil.
Del acto participaron el secretario de Asuntos Estratégicos y titular del CES, Gustavo Beliz; el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; junto a varios ministros nacionales; dirigentes gremiales; referentes de los movimiento sociales; y representantes de las distintas cámaras empresariales.
Ante ellos, el presidente señaló que busca "soñar que esta sensación de que tanta muerte y dolor no haya sido en vano y podamos empezar a construir un país diferente donde tanta injusticia y desigualdad desaparezca y donde la pobreza no sea solo un problema solo de los pobres sino de todos nosotros". En su discurso, el primer mandatario remarcó que "el mundo debe entender que no podemos seguir viviendo en el mundo que vivíamos porque era profundamente injusto" y dijo que el país necesita que cambie "en sus lógicas de producción, pero fundamentalmente de la especulación, porque necesitamos una mejor distribución del ingreso en el mundo".
En esa línea señaló: "Lo primero que tenemos que hacer es privilegiar al que invierte para que se produzca, se de trabajo y se desarrolle. Lo que queremos es el capitalismo que invierte, arriesga, da trabajo, produce, genera, desarrolla, que no es lo mismo que crecer, porque muchas veces el crecimiento genera que los millones queden en unos pocos bolsillos y la pobreza se distribuye entre millones", sentenció y manifestó que "por eso, nosotros queremos que la Argentina se desarrolle".
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En ese momento, Alberto llamó a reconocer a los actores de la economía informal para "incorporarlos a la realidad argentina", sostuvo que los trabajadores de esas actividades "son una realidad que llegaron para quedarse por muchos años" y consideró que "lo que se derrama en una economía va a los bolsillos de los poderosos, no a los pobres". "¿No nos dimos cuenta lo que pasó?", se preguntó el jefe de Estado.
Para luego, afirmar que solo se discute lo "obvio", porque la pandemia "puso en evidencia la inutilidad de la lógica de la especulación financiera y que el mundo se está recuperando gracias a la estructura de la producción real porque el dinero de los especuladores se evaporó". De esta manera, planteó que se tiene que "construir otra realidad, porque la especulación financiera es muy frágil y no sirve de nada". "No nos alcanzó con tanta muerte para decidir cambiar. Parece que la humanidad no aprende. Ahora una guerra entre los poderosos Rusia, Estados Unidos y Europa en el medio. Esta es una guerra donde la economía entra en juego y, como estamos globalizados, todos quedamos afectados por esa guerra", siguió.
Intentando despejar las dudas instaladas en las últimas semanas y superar los cuestionamientos internos, sentenció: ”La Argentina de lo posible se ensancha todos los días con la inventiva popular que apunta a mejorar desde la amistad social y el trabajo silencioso que busca tejer armonía comunitaria y no con peleas crónicas ni emociones provocadoras, que generan discordias y dividen. La Argentina tiene urgencias y una de ellas es la inflación que en gran medida, hay que entender, que es problema nuestro. Pero si la consigna es ojo por ojo, la Argentina quedará ciega. Amor social e inteligencia colectiva”.