Luego de los últimos roces entre el papa Francisco y el Gobierno libertario, el sumo Pontífice recibió este lunes a la vicepresidente, Victoria Villarruel, en el Vaticano. Se trató de un encuentro privado que se desarrolló en la Biblioteca del Palacio Apostólico, donde habitualmente recibe a los jefes de Estado. De acuerdo a lo informado por la presidenta del Senado, Jorge Bergoglio le pidió "no aflojar y no perder el sentido común" durante la hora que duró la visita. "Audiencia con el Santo Padre, hoy en la ciudad del Vaticano. ¡Gracias Santo Padre por sus palabras, consejos y por tener siempre presente a nuestra amada Argentina!", señaló la funcionaria en su cuenta de X.
Según resaltaron, la reunión tuvo un clima cordial, fue más extensa de lo habitual para este tipo de audiencias y concluyó con la lectura en voz alta de una oración de Santo Tomás Moro por parte de la vicepresidenta a pedido del Papa, quien le aconsejó a Villarruel no perder la alegría ni el sentido del humor. "Me conmovió, me dijo que no perdiera yo la alegría, que no perdiera el sentido del humor", dijo Vicky. Hay que remarcar que Villarruel ya conocía al Santo Padre de su etapa como Arzobispo de Buenos Aires y lo había visto nuevamente en 2014, ya como Sumo Pontífice. En ese sentido adelantó que notó al Papa en buen estado de salud.
Sin ir más lejos, detallaron que él permaneció de pie durante gran parte del tiempo. La vicepresidenta publicó en sus redes sociales un breve video de su visita, donde la puede escuchar preguntarle a Francisco "¿Cómo está?", a lo que el Santo Padre respondió "Todavía vivo y usted ¿sobrevive?". "Sí, yo también. Me alegra tanto verlo parado y bien", retrucó la funcionaria. Durante la audiencia, de agenda abierta, se trataron temas de la realidad argentina. El Papa mostró especial preocupación por la situación de los niños y ancianos, considerados por él como el futuro y la reserva de sabiduría del país. "Es natural, unos son el futuro y otros la reserva de sabiduría", le dijo.
También se discutió la importancia de recuperar la dignidad de la población, el problema de las drogas, y los esfuerzos de los Hogares de Cristo en Argentina, una red de centros de acogida para personas con adicciones, que Francisco impulsó cuando era arzobispo. Durante otro tramo del encuentro, Villarruel le comentó al Papa sobre su trabajo en el Senado, aclarándole que está enfocado en buscar consenso y tender puentes entre diferentes espacios políticos, a pesar de ser una minoría. El Papa valoró esta actitud y le dijo que valoraba "todo lo que apunta a la unidad y el entendimiento entre los argentinos".
A su vez, se abordó el tema de las Malvinas y las heridas abiertas de la década de 1970, reiterando ambos la necesidad de una reconciliación. "Nadie quiere la fractura de la sociedad y menos las roturas", le dijo Villarruel, sobre la receptividad de estos mensajes de unidad dentro del gobierno. En ese sentido, la funcionaria le aclaró que el presidente Javier Milei siempre buscará la unidad y destacó la relevancia de Francisco como figura influyente para los argentinos: "El sentido común me lo dice".
Sobre la reunión, Villarruel sostuvo que le dejó "muchas cosas, porque es el argentino vivo más importante del mundo y de nuestra historia"." Soy vicepresidente pero soy una argentina más", destacó y consultada sobre si Francisco le dejó un mensaje a los argentinos, remató: "No no, él habla directamente con los argentinos, no necesita a nadie para hablarnos y tiene siempre a la Argentina presente". Al finalizar la visita, Francisco le pidió: "Adelante, a no aflojar y no perder el sentido del humor".
El Papa obsequió a Villarruel un rosario, sus Encíclicas, una réplica de una placa de bronce con las figuras de San Pedro y San Pablo, y un libro titulado "Papa Francisco: ¿por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?". "Rezo por usted pero usted rece por mi", le dijo la vicepresidenta antes de despedirse. Después de la audiencia, Villarruel visitó a una congregación de monjas benedictinas argentinas en el Vaticano y realizó un recorrido por la Basílica de San Pedro. Este fue el cierre de su gira europea, que incluyó previamente una visita a España para participar en una conferencia sobre víctimas del terrorismo y encuentros con diversas figuras políticas y empresariales.