El mito tiene tantos años que a esta altura sería casi imposible explicar quién fue el primero que lo utilizó, ni en qué contexto, ni mucho menos cuándo. No fueron pocos los personajes vinculados al Gobierno que salieron a diferenciar la masiva marcha en respaldo al oficialismo, de aquellas que son más bien críticas de la gestión: “No hubo ni choripán, ni gaseosa”, destacaron.
Desde el propio presidente Mauricio Macri hasta la conductora Mirtha Legrand apuntaron en concreto a una teoría vieja como la arena: que los manifestantes van motivados por el "choripán y una gaseosa". El discurso caló tan hondo que el sábado, durante la movilización en Plaza de Mayo en respaldo al Gobierno, no fueron pocos los manifestantes que destacaban: “Acá no hay choripán, ni cerveza”.
Un clásico. El choripán es una de las diez comidas típicas de la Argentina.
Lo cierto es que las frases no cayeron para nada bien. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue otro de los que marcaron esa diferencia y volvió a abrir la grieta culinaria. A su cruce salió el diputado y sindicalista Facundo Moyano, quien pidió “no referirse de manera despectiva a una marcha”.
Peña había señalado que en la movilización del sábado “no hubo choripanes”. Moyano, algo ofendido, le respondió desde el programa de Legrand. “Me parece que estuvo de más, lo dijo de manera calma, pero despectiva”, analizó el diputado del Frente Renovador. “Cuando movilizamos, los compañeros comen o toman algo, pero eso no significa que no tengan conciencia”, resistió.
Pero Peña no fue el único que abogó la teoría del choripán y la coca. De hecho, el propio Macri publicó un video en sus redes sociales anoche, luego de la movilización. Habló de la emoción que sentía luego de la marcha, y sostuvo que fue “desde el corazón, espontáneamente, sin que haya habido colectivos ni choripán”.
En una línea similar se había manifestado la propia conductora Legrand, en la apertura de su programa en El Trece. Allí festejó que “la gente de la marcha no fue ni por la gaseosa ni por el choripán”. Habló, además, de que no había ni colectivos y señaló, al igual que lo hicieron muchos manifestantes, que todos estaban con “la tarjeta SUBE”.
Días atrás, había sido el propio presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, quien relató que de cara a la masiva marcha del viernes 24 de marzo, por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, “ofrecían $500 y choripanes a los que fueran” a la movilización. Fue Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo, quien salió a responderle: calificó sus declaraciones de “fascistas” y remarcó que “les molesta el pueblo en la calle reclamando cuando ya no aguanta más tanto ajuste y mentiras”.
LOS CHORIPANES DE CAMBIEMOS
Lo concreto es que en los últimos años el representativo choripán - una encuesta señaló tiempo atrás que en el país se consumen 600 millones por año, un promedio de 15 por año por persona - se ha convertido en epicentro de una batalla cultural, más que culinaria.
Sin ir más lejos, durante la campaña electoral de 2015, la BBC de Londres publicó un artículo donde mostraba cuáles eran las palabras más utilizadas en la Argentina: choripán era la segunda. Allí, el medio británico señalaba que “es un imprescindible de los eventos kirchneristas” y que “la oposición critica al oficialismo por regalar choripán y coca”.
La grieta del choripán no es nueva, tiene años. En un acto cuando aún era presidenta, en marzo de 2015, Cristina Kirchner señaló: “Cuando les digan que van por el choripán, digan que no, que van por las cloacas y el trabajo”. En algunos actos del kirchnerismo, por aquellos días, hubo un cartel en las calles que era más que claro: “Basta de estigmatizar al choripán”.
Tiempo atrás, la foto se había viralizado. "Basta de estigmatizar al choripán".
Pero lo concreto es que en el oficialismo también se come el sándwich de chorizo, aunque con otro toque, más “gourmet”. El 17 de febrero de 2016 varios dirigentes de Cambiemos se reunieron a comer en la Quinta de Olivos, convocados por el propio Macri. Allí degustaron asado y apareció el “chori gourmet”. Antes de disfrutar de la comida - según le contó en aquel entonces el diputado Pablo Tonelli a BigBang -, hubo un chorizo bombón, con una sola tapa de pan y una hoja verde que decoraba el plato.
Este es el choripán "gourmet" que se sirvió en la Quinta de Olivos en febrero de 2016.
Cuando viajó a España hace poco más de un mes, Macri también disfrutó del choripán, como parte del menú que ofreció el rey al mandatario argentino durante una de las cenas que compartieron. Fue el “choripán del Siglo XXI”, preparado por un chef que, además, ofreció una serie de “platos criollos”, típicos de la comida argentina.