El puntapié inicial fue la paritaria que alcanzó el gremio de Camioneros, que trepó al 25 por ciento. Luego de la fuerte devaluación que hizo disparar la inflación y rompió los pronósticos oficiales para este año, el Gobierno aceptaría elevar la pauta salarial en los sectores que no cerraron paritarias o que sellaron un acuerdo con cláusula de revisión.
El objetivo de los gremios que cerraron acuerdos por debajo de los pronósticos inflacionarios es utilizar la paritaria de Camioneros que acordó Hugo Moyano con las cámaras del sector como “testigo” para futuras negociaciones. Sin embargo, aún resta que el Ministerio de Trabajo que comanda Jorge Triaca homologue el acuerdo del 25 por ciento.
Según La Nación, el Gobierno reconocería la nueva pauta salarial, pero una vez que se “estabilice el mercado cambiario” y que el panorama de precios quede más clarificado. “Se van a ir haciendo las adecuaciones”, señalaron desde la cartera laboral. Estiman que eso podría ocurrir recién a partir de septiembre, la fecha en la que varios gremios acordaron para la revisión de los salarios.
El ministro Triaca aún no homologó el acuerdo del 25 % que cerró Camioneros.
La clave, además, son los gremios que tienen negociaciones en marcha. El sector de la alimentación que comanda Rodolfo Daer exige un 25 por ciento, mientras que el sindicato del neumático cerraría un 22 por ciento con una “cláusula de protección del salario”. Sea como sea, ya ningún gremio piensa en el 15 que puso como techo del Gobierno.
Mientras tanto, el próximo lunes se concretará el paro anunciado por la CGT días atrás, que en los últimos días sumó adhesiones clave para garantizar la fuerza de la huelga. La primera fue la de la UTA, un gremio cercano al Gobierno que cerró paritarias por el 15 por ciento y cuyo jefe, Roberto Fernández, planteó que ese acuerdo quedó antiguo después de la devaluación y la fuerte suba del dólar.
De nada sirvió el decreto firmado por el Gobierno para negociar de manera voluntaria un aumento del cinco por ciento en las actividades que ya habían cerrado paritarias. La cifra fue considerada insuficiente, la CGT plantó al Gobierno en una de las negociaciones y llamó a un paro de 24 horas.