El último 17 de abril, Alberto Samid fue condenado por el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo, más asesorías legales y costas por la suma de más de 281 mil pesos, por “asociación ilícita para evadir impuestos”.
El Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 había dado a conocer el veredicto pasadas las 16.30 de aquel miércoles, en los tribunales federales de Retiro. Hasta ese momento, Samid se encontraba detenido por haberse ausentado varias veces al debate oral a pesar de los llamados del tribunal y por haberse ido Belice -país del que fue expulsado- sin autorización judicial.
Sin embargo, tras pasar 80 días detenido en la cárcel de Marcos Paz, el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 tomó la decisión de beneficiar con “prisión domiciliaria” al empresario de la carne debido a su delicado estado de salud: Samid tiene afecciones cardíacas y stress, esto sumado a la falta de buenas condiciones de atención médica en el penal.
Tanto la Fiscalía como la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) -querellante en la causa- avalaron el pedido por parte de la defensa de que el empresario sea beneficiado con la domiciliaria. Samid fue sometido a una serie de estudios médicos por parte del Cuerpo Médico Forense, del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y del perito de la defensa.
Además, tuvo dos audiencias ante el tribunal. Los estudios determinaron que Samid sufre afecciones cardíacas, hipertensión, diabetes y un severo cuadro de stress. Al mismo tiempo, los forenses señalaron que el cuadro de salud de Samid se podría agravar por la falta de atención médica en la cárcel de Marcos Paz: de las tres ambulancias, solo funciona una.
Samid había asegurado horas antes del veredicto del juicio oral en Comodoro Py que si seguía encerrado se iba a "cortar las venas". En ese marco, los jueces José Michilini, Diego García Berro e Ignacio Fornari le habían negado la excarcelación al empresario de 71 años, razón por la cual su abogado, Vicente D´attoli, solicitó la posibilidad de concederle la prisión domiciliaria.
Fue condenado como miembro de una asociación ilícita, junto a otros ocho acusados, que evadió IVA retenido o percibido a terceros en la venta de carne en los frigoríficos entre 1993 y 1998, entre otras maniobras. Además del empresario, fueron juzgados su hermana Alicia y otros acusados de integrar esta asociación ilícita que evadió el pago del Impuesto al Valor Agregado. Un total de 23 millones de dólares.
Los demás acusados son María Susana Moreno, Lilian Lastoria, Luis Balanho, Zoraida Martín, Teresa Fornasier, Claudio Pileoo, Roberto Cañete y Francisco Burgos. Si bien el fiscal Gabriel Pérez Barberá pidió una pena de seis años y medio de cárcel para Samid y la AFIP solicitó siete, los jueces decidieron condenarlo finalmente a 4 años que ahora cumplirá en su casa.