Mientras Mauricio Macri se encuentra en Estados Unidos en una visita estratégica, donde entre otras cosas hoy podría concretar una nuevo acuerdo con el Fondo Monetario internacional, en el Banco Central estrenan nuevo presidente.
La noticia que conmocionó los mercados en las primeras horas del martes fue la renuncia de Luis Caputo al Central. Inesperada para algunos, anunciada para otros, lo cierto es que su salida entrevió cierta sugerencia de Christine Lagarde de remplazar la "cabeza" del organismo.
Su sucesor, Guido Sandleris, ex secretario de Políticas Económicas- y hombre de Nicolás Dujovne- enfrena hoy su primer día de gestión, de la cual dejó en claro que "el objetivo principal del Banco Central es reducir la inflación. Trabajaremos para recuperar la estabilidad y previsibilidad de precios que la economía argentina tanto necesita”.
Más allá de las buenas intenciones del flamante funcionario hoy todas las miradas están puestas en el posible anuncio de un nuevo acuerdo con el FMI, tal como lo anticipó Dujovne ayer en conferencia de prensa: "Si mañana no ocurre nada extraordinario, a la tarde estaremos en condiciones de anunciar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El fondo está terminando la revisión".
Aunque no hay detalles sobre el tipo de acuerdo para el préstamo de fondos adicionales a los US$ 50.000 millones suscriptos en junio, hay algunos rumores que cobraron fuerza en la última semana.
Aunque en un principio la Argentina había pedido adelantar los desembolsos previstos para 2020 y 2021 para cumplir con las metas de 2019, el nuevo acuerdo tendría que ver con la ampliación del préstamo, del cual se desconoce la cifra.
Esta nueva concesión estaría potenciada y contaría con más factores vinculantes, entre ellos, la capacidad del Central para intervenir en el mercado.
El FMI quiere que el peso flote pero de manera controlada y así dejar de prestar dólares para financiar la caída del peso.
Con Lagarde, en la previa del anuncio.
Para ello se aplicaría una "flotación controlada" del dólar o “crawling peg”. Es decir que mantenga cierta libertad pero bajo límites que le impedirían que la economía se le descarrile.
La idea es que la moneda verde se mueva entre los $ 32 como piso y los 40 y 44 pesos como techo; para de este modo evitar saltos pronunciados.
Lo que si confirmó Dujovne es "no hay modificación del esquema de libertad cambiaria" pero si habrá "retoques a la política monetaria en general".