El sábado 29 de febrero del año pasado, a las 21.45 de la noche, despegó del Aeropuerto Fiumicino de Roma el vuelo AZ 680 de Alitalia con destino a Buenos Aires. Por ese entonces, el Covid-19 comenzaba su avance intempestivo por territorio europeo, pero pocos anticiparon que podría llegar tan rápido a la Argentina. Si bien se habían reforzado los controles en el aeropuerto de Ezeiza, ninguno de los 180 pasajeros del vuelo que aterrizó a las 7.45 de la mañana del primero de marzo suponía que, junto a ellos, viajaba el que se convertiría en el "paciente cero" del país.
La confirmación del primer caso importado llegó dos días más tarde y, por ese entonces, el Gobierno -que ya había comenzado a anticipar medidas vinculadas a la administración de la pandemia- empezó a trabajar contrarreloj para controlar el "brote" y evitar lo inevitable: el comienzo de la circulación local del virus, que hasta el 27 sólo tuvo "casos importados". El siete de ese mes, el virus se cobró su primer rostro visible: Guillermo Abel Gómez, militante político que había sido secuestrado y torturado en la década del 70' por la Triple A, se convirtió en el primer argentino muerto por Covid-19. Un año después, la cifra asciende a 52.192.
Sólo 13 días más tarde de la primera muerte, Alberto Fernández decretó el comienzo del "aislamiento social preventivo y obligatorio" que entró en vigencia a las cero del 20 de marzo y, en un principio, duraría sólo hasta el 31. Cuesta recordarlo, pero a esa altura la Organización Mundial de la Salud no sabía con certeza cómo se contagiaba el virus, ni cuáles eran las medidas sanitarias más adecuadas para combatir su transmisión. Mientras se instalaba el debate en torno al uso del barbijo, también se dirimía en la arena política otra discusión: salud vs. economía.
Casi seis millones de dosis más: el plan para duplicar la velocidad de la vacunación en marzo
"La verdad que el cuidado de la salud de los argentinos para nosotros es muy importante, así que por eso hemos tomado el toro por las astas, desde el comienzo y nos hemos abocado a dar respuestas rápidas, aprovechando que Dios nos dio una oportunidad, que es el tiempo, para poder prevenir el avance del virus", explicó el primer mandatario en cadena nacional, al tiempo que le dio una directiva clara a todo su Gabinete: "La economía se puede recuperar, pero de la muerte no se vuelve".
Con la premisa de priorizar la salud por sobre la economía, pero atentos también a la reducción máxima del impacto que el aislamiento obligado tendría en la producción, el Gobierno comenzó a trabajar no sólo en el refuerzo del sistema de Salud -que venía de cuatro años de ajustes e incluso se había reducido el Ministerio a secretaría-, sino también a cincelar las primeras medidas de apoyo económico a los sectores más golpeados. De un día para el otro, los argentinos no sólo incorporaron términos como ASPO y DISPO, sino que se sumaron otras siglas como ATP e IFE.
Algunas de las medidas que tomó el Gobierno para la administración de la pandemia
Congelamiento de las tarifas. Establecimiento de los servicios de telefonía fija y móvil, Internet y TV paga como "esenciales". Doble indemnización para despidos. La construcción de 12 hospitales modulares de emergencia. Prohibición de despidos y suspensiones de trabajo. Congelamiento de alquileres. Baja de la tasa de interés y líneas a tasa cero para monotributistas.El denominado programa federal Covid supuso un desembolso de 1.862.615 millones de pesos que equivalen a un 6,9% del PIB y un 83,1% de la coparticipación, tanto en asistencia de impacto fiscal y líneas de financiamiento. Hubo refinanciamientos de tarjetas de crédito a tasas de interés diferenciadas, líneas especiales dedicadas a las Pymes y moratorias a diestra y siniestra."El total de impacto fiscal en asistencia equivale a 1.076.684 millones de pesos, un 4%del PIB del cual fue destinados en formas directa a provincias en ATN, Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial y refuerzo de Alimentos entre otras, por un total de 191.515 millones de pesos (0.7 PIB)", precisaron a BigBang desde el Ejecutivo. En tanto, la asistencia crediticia a través de las garantías de FoGar y el subisidios de Tasas del FONDEP junto a la asistencia impositiva alcanzaron un equivalente al 0.6% PIB, con un monto total de 161.993 millones de pesos.
Elsa Nélida, la jubilada con la que el país superó el millón de vacunados contra el Covid
Entre IFE, ATP, el diferimiento de cuotas de la ANSES, el refuerzo de la tarjeta alimentar y los bonos destinados a jubilados, pensionados, beneficiarios de la AUH, AUE y Potenciar Trabajo el Estado desembolsó un total de 611.571 millones de pesos, equivalentes a un 2,3% del PBI. Las áreas de salud, obra pública, transporte y cultura también fueron subsidiadas con un total de 111.605 millones de pesos (0,4 del PIB).
"Las líneas de financiamiento de Emergencia creadas especialmente en este período contempladas en My Pyme 24%, Los créditos a tasa cero, la tasa subsidiada de ATP y la Línea para la inversión productiva de MiPymes implicaron un total de 785.931 millones de pesos equivalentes a un 2.9 del PIB", refuerzan desde la mesa chica que llevó adelante la compleja y zigzagueante administración de la pandemia.
Hospitales modulares, en números
Se construyeron en total 12 hospitales modulares. Sumaron 840 camas de terapia e internación. Fueron equipados con 276 respiradores y 24 ventiladores de transporte.Las medidas se fueron tomando conforme a la evolución de la pandemia y a la circulación del virus que comenzó primero en el AMBA y luego se extendió con mayor intensidad en el resto de las provincias. "Cada vez que se pudo reabrir una actividad productiva, cumpliendo con los protocolos sanitarios obligados, se hizo. Fue un trabajo de seguimiento quirúrgico: área por área, actividad por actividad", reconocen desde la cartera productiva.
La administración de la pandemia obligó, además, a pelear por los insumos que escaseaban en el mundo. Fueron muchas las Pymes que, gracias a la ayuda del Estado, se "reconvirtieron" y comenzaron a producir insumos como respiradores, barbijos y material sanitario. Un dato no menor si se tiene en cuenta que durante los cuatro años de la administración de Macri se cerraron 24.505 empresas en el país y muchas otras quedaron al borde de la quiebra por el modelo que aceitó la gestión anterior, cuya premisa era "mejor importar que producir".
"Esas mismas industrias tan dañadas en los últimos años, han demostrado una inmensa capacidad productiva durante esta pandemia. No todos los países pudieron producir respiradores o tener soluciones productivas y tecnológicas para el equipamiento médico. Hemos acompañado el desarrollo del suero equino con el Conicet, las universidades públicas y un grupo de empresas que participó con fondos privados", destacó Guillermo Merediz, secretario de Pymes y Emprendedores del ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
"Nuestros empresarios se movilizaron para brindar asistencia alimentaria de emergencia junto al Estado, organizaciones gremiales, iglesias y movimientos populares y para impulsar la producción argentina de 3.300 respiradores. Nuestros científicos se unieron en redes de investigación para producir kits de detección temprana, barbijos, tratamientos de la enfermedad, como es el caso de suero equino hiperinmune, e innumerables aportes de todas las disciplinas", precisó el presidente en el discurso que brindó esta semana ante la Asamblea Legislativa.
Durante el primer trimestre de la pandemia también se avanzó en el refuerzo del sistema de salud. En 90 días, se incorporaron 8.996 camas de terapia intensiva, lo que elevó la planta total a nivel nacional a 11.517. Se trató de un incremento del 35 por ciento en tiempo récord. Además, se desarrolló un sistema de monitoreo de insumos críticos de internación que en la actualidad permite conocer en tiempo real la disponibilidad de las camas, una de las variables que más contempló el presidente a la hora de tomar las decisiones vinculadas la continuidad de la cuarentena.
Rendición de cuentas (en millones de pesos), rubro por rubro:
Directo a las provincias: $191.515ATN: 67.195 Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial: 70.250. Refuerzo de alimentos: 5.528. Otros refuerzos (BaAS, Tucumán, Ministerio del interior): 48.542.Asistencia crediticia: $118.449
FoGar (garantías) y FONDEP (subsidio de tasas): 118.449. Asistencia impositiva Reducción y postergación de contribuciones patronales: 37.027. Reducción derechos de importación: 6.517.Asistencia directa al bolsillo de los argentinos: $611.571
Ingreso Familiar de Emergencia (IFE): 263.169. Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP): 236.377. Diferimiento cuota Anses: 56.302. Refuerzo Tarjeta Alimentar: 14.718. Bono Jubilaciones y pensiones: 13.101. Bono AUH/AUE: 11.081. Bono Potenciar Trabajo: 10.966. Seguro de desempleo: 5.758.Salud: $71.495
Insumos y equipamiento médico: 24.713. Bono Salud y Seguridad: 20.336. Instalaciones hospitalarias: 12.446. Refuerzo PAMI: 14.000.Obras, transporte, turismo y cultura: $40.110
Fondo Covid Compensador del Transporte: 10.415. Argentina Hace: 6.840. Turismo: 3.353. Otros refuerzos: 19.502.Líneas de Financiamiento de Emergencia: $785.931
MiPyMe 24%: 541.064. Tasa cero: 66.890. Tasa subsidiada ATP: 11.087. LFIP (línea para la inversión productiva de MipyMes) 166.890.