El intendente de Quilmes, Martiniano Molina, quedó hoy expuesto al ridículo durante una conferencia de prensa con medios locales.
El intendente de Quilmes, durante la conferencia con medios locales. Foto: Diario El Sol
En medio del recuerdo por el 40° aniversario del último golpe de Estado, el cocinero y ex jugador de handball confundió al Pozo de Quilmes, el tristemente célebre centro clandestino de detención de la dictadura, con un problema de bacheo.
Un periodista le preguntó si “teniendo en cuenta esto de no olvidar, y el pedido y el reclamo de que el Pozo de Quilmes se convierta en un museo de la memoria” era posible que “el Municipio de Quilmes lo articule”, a lo que el intendente le dijo “te referís a”, dejando en evidencia su desconcierto.
Sin embargo, cuando el cronista le aclaró “al pozo de Quilmes, la ex brigada”, Martiniano brindó una respuesta que reflejaba su confusión.
“La verdad es que nosotros estamos trabajando para solucionar todos los problemas en Quilmes. Nos encontramos con un municipio complejo, donde las personas que estaban preparadas, que eran de carrera, fueron dejadas de lado. La situación es compleja y para resolver los problemas tuvimos que desandar muchísimo”, arrancó.
Luego agregó que “cada una de las problemáticas, ya sea las cuestiones que tienen que ver con los servicios, el bacheo, las luminarias, todo lo que tienen que ver con la obra pública, las escuelas, la situación edilicia del municipio es muy compleja”, dando por entendido que pensaba que se la pregunta se refería a un problema “de bacheo”.
“Por eso vamos de a poco, y destinamos recursos de a poco, no queremos hacer cosas alocadas. El gobierno nacional y el gobierno provincial nos está acompañando, las obras se van a ver, se está haciendo un trabajo fuerte, no sólo en ese lugar sino también en todo lo que tiene que ver con el desarrollo social”, prosiguió, para luego cerrar con una referencia a la violencia de género.
“Hoy nosotros detectamos más de 2.000 casos denunciados de violencia de género en Quilmes, cosa que antes no se hablaba. Para resolver un problema hay que reconocerlo, y creo que estamos por ese camino”, concluyó.