El ex jefe de Contrainteligencia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Martín Coste, declaró en la causa por el espionaje ilegal que se desarrolló a través de ese organismo durante la presidente de Mauricio Macri. Ante el juez federal a cargo de la causa, Juan Pablo Auge, y la fiscal, Cecilia Incardona, el ex espía contó detalles del celular especial que tenían tanto el ex jefe de Estado como otros de sus funcionarios.
El smartphone, armado especialmente por la AFI, fue programado sobre la base de uno de los modelos “Nexus” de la marca china Huawei, una de las más nuevas y con mayor crecimiento en el mercado.
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“Gustavo Arribas (ex titular de la AFI) y el ex presidente poseían un teléfono encriptado, especialmente diseñado para ellos dos, realizado por el área de Ciberinteligencia de la agencia sin el consentimiento, hasta donde yo puedo afirmar, de Contrainteligencia. Armaron unos teléfonos encriptados, modelo “Nexus”, marca “Huawei”, el cual contenía un desarrollo propio de la agencia para encriptar de modo seguro, voz y datos, entre las flotas asignadas a esos teléfonos”, declaró el ex espía, según publicó el sitio Infobae.
De confirmarse lo que declaró Coste, se trataría del segundo celular de esa marca que tenía Macri, siempre renuente a cambiar el modelo de su smartphone. Cuando accedió a la presidencia, Macri seguía utilizando su Blakcberry Priv aun cuando a nivel mundial esa empresa hacía tiempo que no estaba entre las más grandes.
El Priv es uno de los últimos modelos de la marca y no se vende oficialmente en el país. Tiene pantalla de 5,4 pulgadas, memoria de 3 GB, una batería potente (3410 mAh), cámara de 18 MP (que en el caso de Macri es muy factible que estuviera bloqueada) y sistema operativo Android. Esta, en su momento, era una novedad por ser el primer equipo de BlackBerry que usaba el sistema operativo de Google.
Históricamente, BlackBerry era más seguro porque utilizaba servidores dedicados, porque cifraba la información y porque su plataforma permitía un mejor manejo de los equipos de firma remota, como autorizar a instalar tal o cual aplicación o borrar el contenido de manera remota. Por ese “control” era el elegido por las empresas y los gobiernos.
Con todo, el Priv de Macri estaba especialmente preparado para, por ejemplo, chequear todo el tiempo que las aplicaciones del equipo -las bajadas o las que viene instaladas- no sean modificadas (por un virus o un hacker) y para estar atento a que no se transmitan datos en momentos en los que no tendría que hacerlo.