El Estado argentino dijo presente una vez más. Desde el ataque de Hamas a Israel que tuvo fecha el pasado 7 de octubre puso en vilo a Cancillería manejada por Santiago Cafiero que aunó todas las fuerzas para reparar a los ciudadanos varados en Israel.
Es por eso que alistó el Hércules C-130, un avión de guerra que también sirvió en Malvinas y en pandemia para que viajara hasta la zona de conflicto y, muy de a poco sacar a los argentinos varados de la zona del conflicto bélico.
Poco a poco, argentinos y argentinas fueron llegando a Roma a través del Hércules y desde allí los ciudadanos viajaron alrededor de 22 horas hasta llegar a Argentina.
Así lo hizo Ilán Cosarinsky que contó qué pasó un día de la madre totalmente diferente porque lo hacía en su país. En diálogo con Jorge Rial en Argenzuela, el chico contó qué fue a hacer en territorio israelí: “Junto a otros cinco chicos más fuimos en marzo a Israel para un plan que es liderazgo comunitario y educación no formal que es lo que nosotros hacemos acá. Entonces fuimos a capacitarnos y a sumar experiencias para nuestra vida”.
Ilán nunca imaginó que pocos meses después, estaría sumido en el más sangriento de los ataques terroristas: “El primer ataque fue en la madrugada de Israel, nosotros estábamos en Tel Aviv y en el momento nos agarró miedo. No sabíamos mucho qué hacer, pero sí sabíamos que si sonaba la sirena teníamos que ir al refugio. Así que hicimos eso la primera vez que sonó la alarma, pero no sabíamos la magnitud de lo que estaba sucediendo, sabíamos que estaban tirando misiles nomás”, contó consternado.
Cuando fueron pasando las horas, Cosarinsky reconoció: “Vimos que se infiltraron terroristas, que estaban haciendo matanzas por doquier en las calles. Son situaciones que nunca han sucedido en Israel. Ya por la noche sonaron de nuevo las alarmas, fuimos a ver refugios, por suerte en Tel Aviv no fue tan fuerte pero sí se escuchaban bombardeos” y añadió: “Te asusta porque se escuchaban muy cercanos”.
Con el territorio devastado y con bastante miedo, Ilán contó que intentó hacer lo posible para salir de Israel pero no pudo. Es por eso que recibió positivamente la noticia de que podría ser repatriado por el Gobierno argentino: “Ni bien nos enteramos de que el Gobierno estaba haciendo trámites para mandar un avión, nos anotamos en el formulario. Estábamos esperando respuestas y cuando nos comunicaron que íbamos a estar en el vuelo, fue como una situación de alivio muy grande y decir 'por fin se acaba este miedo y esta situación'”.
Sin titubear, el chico agradeció la existencia del operativo “Regreso Seguro”: “Por eso, agradecer mucho a todo el operativo que se hizo, porque buscamos salir con vuelos comerciales pero realmente imposible, estaban todos los vuelos agotados, el aeropuerto era un lío, así que te digo que si no fuera por el operativo, te diría que seguiríamos en Israel”.
Consultado sobre la experiencia más dramática, Cosarinsky recordó: “El primer día de incertidumbre porque no se sabía lo que estaba pasando. Este ataque tomó de sorpresa a todo el país, nadie se lo esperaba, era feriado de festividad. La gente estaba rezando o en sus casas” y contó angustiado: “El momento más tenso fue cuando suena una alarma, vamos al refugio y escuchamos un misil impactar, impactó a dos o tres kilómetros. Escuchás cómo impacta y te llega la brisa del impacto y en ese momento se te pasan un montón de cosas por la cabeza”.
A pesar de la situación vivida, Cosarinsky reconoció que todavía tendría ganas de volver: “Tengo gran parte de mi familia allá con los que me comunico constantemente para saber cómo están y también por el hecho de que es nuestro lugar como judío en el mundo: si no vamos a visitarlo, si no lo habitamos es posible que estas cosas ocurran más seguido a mayor escala. Uno va sabiendo incluso que pueden ocurrir estas cosas también”.