Cristina Kirchner fue duramente criticada durante sus ocho años de mandato por la ostentación de prendas y accesorios de costosas casas internacionales. Antagónico fue el “golpe” que recibió su marido durante el primer período kirchnerista, a quien se lo acusó de “desprolijo” y de no respetar la embestidura presidencial por usar trajes desabrochados y mocasines gastados.
Todo es política: Cristina y las zapatillas que le hicieron los empleados de una fábrica que podría cerrar por las importanciones.
De un lado o del otro de la “grieta fashionista”, Cristina sólo se dio un “permitido” durante sus años como presidenta. Fue el 20 de septiembre de 2013, cuando se mostró durante el anuncio de la recuperación del centro recreativo nacional de Ezeiza junto a su por entonces ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Lució unas calzas negras y, claro, pocos prestaron atención al discursio que dio ese día, el mismo en el que le espetó un raro elogio a su cuñada: “Sos Néstor con pollera”.
Sorprendió en 2013 al animarse a lucir unas calzas en un acto oficial.
Lo cierto es que en sus 2920 días en La Rosada, Cristina se hizo de un fastuoso vestidor. “¿Cuántos vestidos tenés? ¿Qué hiciste con toda la ropa?”, le preguntó Chiche Gelblung en la última entrevista que brindó la ex mandataria. “Alguna la regalé. Otra todavía la tengo guardada. Cuando sos presidente tenés mucho trajecito, mucho vestidito, mucha cosita. Tenés obligaciones y compromisos internacionales, pero regalé mucha”, explicó.
Pero todo cambió el 11 de diciembre de 2015 cuando Mauricio Macri tomó el poder. Después de negarse a entregarle la banda presidencial, Cristina se recluyó en Río Gallegos y sus apariciones fueron contadas. Se mostró con un look mucho más relajado, algo que sólo abandonó las veces en las que tuvo que asistir a Comodoro Py. Allí, volvieron los “trajecitos”.
La usó por primera vez en una visita a Berazategui.
De vuelta en la arena política, luego de anunciar su candidatura a senadora nacional por Unidad Ciudadana, Cristina optó por realizar un regreso más tranquilo, austero y cuasi humilde. Los trajecitos quedaron colgados en el vestidor y se impusieron las calzas, los sweaters informales y las camisas atadas a la cintura.
Se la ató a la cintura en el acto de Ensenada.
El cambio, claro, no fue intencional. La idea es mostrar a la ex presidenta como “una más”, algo similar a lo que apuntó María Eugenia Vidal durante su campaña bonaerense. Consultada por el visible cambió estético de la ahora candidata a senadora, la gobernadora se mostró lapidaria: “Cuando te ponés el jean o el pongo porque creés que te va a dar votos, se nota”.
La volvió a usa el sábado en La Matanza.
Pese a las críticas, Cristina se mantuvo firme en su convicción estética. No la desalentó tampoco el resultado de las PASO, en el que logró imponerse por muy pocos votos ante el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich. E, incluso, reforzó aún más el “modelo austero”. Ahora repite prendas, carteras y usa sólo dos pañuelos; tanto en las recorridas, como en las entrevistas que comenzó a brindar.
Cristina ingresando a Infobae. Llevó la misma cartera a Crónica.
La cartera que llevó al mano a mano que mantuvo con Luis Novaresio fue, por caso, la misma que eligió para mostrarse en Crónica para su entrevista con Chiche Gelblung. Al canal arribó, además, con el mismo pañuelo que había utilizado durante su paso por el ciclo radial de Víctor Hugo Morales, en una reciente visita a Ituzaingó o en julio, durante su paso por un comedor escolar en Quilmes.
El pañuelo preferido de Cristina con el que llegó a la entrevista con Chiche.
A las calzas y chupines ajustados se le suma una nueva prenda preferida: la camisa de jean. La misma que utilizó el sábado por su paso por La Matanza, fue la que se ató a la cintura el 21 de septiembre cuando celebró en Ensenada el Día del Estudiante en un acto multitudinario. Una semana tras se la había puesto para una visita en Berazategui.
Ya lo había usado cuando visitó a Víctor Hugo.
El swater blanco que lució el viernes en una recorrida por la localidad de La Reja (Moreno), fue el mismo que usó el 22 de julio cuando visitó el Hospital Materno Infantil en Laferrere, La Matanza.
Y a una recorrida a Ituzaingó.
"La ropa es el sensor de la sociedad. En Cristina hay una conversión, ahora quiere decir algo vistiéndose de manera más sencilla", aseguró en diálogo con BigBang el diseñador Benito Fernández, quien destacó que el diseño que más le gustó fue el “tapado de encaje blanco” que usó durante su primera asunción. “Estaba despegada de su marido, con una impronta nueva”.