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Política

Una fuente de la embajada de EE.UU en respuesta a la nota de BBN titulada: “El vuelo 'trucho' de Piñeyro al Mar Argentino: la trama de la maniobra org

El evento fue organizado por Enrique Piñeyro.

22 Marzo de 2023 18:34
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Hace un par de días, un vuelo del avión Boeing 787 de la ONG Solidaire del cineasta Enrique Piñeyro se volvió tendencia en las redes sociales. En la aeronave estuvieron la embajadora británica, el embajador de Japón, la diputada de la Coalición Cívica, Mariana Zuvic, la organización Greenpeace, la señal TN y el portal Infobae, entre otros. Una fuente le informó a BigBang que el viaje había sido organizado por la embajada de Estados Unidos. “Fue utilizado para intentar probar la ineficacia de la seguridad marítima nacional y la incursión pesquera ilegal de China”, señaló.

 

En las redes sociales y con las mismas palabras, el delegado norteamericano Marc Stanley, la británica Kirsty Hayes (que integró la comitiva) y el japonés Yamauchi Hiroshi plasmaron sus sensaciones sobre el vuelo. Pero, en las últimas horas, fuentes de la embajada de Estados Unidos hizo saber a BigBang  que no fueron los organizadores del viaje al Atlántico Sur del avión Solidaire de Enrique Piñeyro. Las fuentes aclararon que el delegado diplomático Marc Stanley “fue invitado a participar del viaje y sacó un tweet”.

 

Además, señalaron que no comprenden cuál podría ser “la maniobra de la embajada” y entienden que no hay elementos para encarar la nota con el título que figuraba. El mismo fue: el vuelo "trucho" de Piñeyro al Mar Argentino: la trama de la maniobra organizada por la embajada de EE.UU”.

 

La confirmación de la veracidad de la información del texto es que no hubo en off ninguna desmentida sobre el contenido del artículo. Pareciera ser que lo que más molestó fue el título publicado y no el contenido donde este portal detalla la geopolítica llevada adelante por Estados Unidos; Gran Bretaña y Japón.

 

Más allá de esta aclaración, no deja de sorprender la estrategia en común llevada adelante en Twitter que podría ser considerada una acción conjunta. La embajadora británica Kirsty Hayes a las 16:38 horas, Marc Stanley a las 16:58 horas, y el embajador japonés Yamauchi Hiroshi a las 19 horas del 20 de marzo, los tres representantes extranjeros postearon el mismo texto: “Son realmente impactantes las imágenes de la pesca no regulada en el Atlántico Sur. La cooperación entre todos los estados es el camino para proteger los océanos y sus recursos”.

 

Por su parte, desde la la organización Solidaire informaron a este portal que el vuelo fue organizado, financiado y comandado por Enrique Piñeyro”. También que “invitaron 80 periodistas de los medios más importantes de Argentina, 23 corresponsales extranjeros, 9 ambientalistas, diputados nacionales, asesores, académicos y embajadores” y a “ministerios y actores del Gobierno”.

 

En tanto, sobre el motivo de la misión que llevaban era  “exponer la pesca ilegal”, reiterando una travesía ya realizada. En la nota de BigBang, cuestionada por la embajada estadounidense, nunca se indicó que el pago haya sido realizado por el embajador de los Estados Unidos, ni nadie allegado a él.

 

En ese sentido, cabe destacar que la defensa del Atlántico Argentino es una acción indelegable del Estado Nacional. Y vale hacer un poco de historia: la Marina Mercante sufrió un brutal desguace durante el gobierno de Carlos Menem y no pudo recuperarse hasta este momento por falta de inversión necesaria para explotar adecuadamente esa zona.

 

El patrullaje de nuestras aguas es indispensable para proteger la riqueza de ese sector que es asediado algunas veces dentro de las 200 millas, donde son desalojados cuando la capacidad propia lo permite por la Armada Argentina y por supuesto en mayor cantidad fuera de la zona de aguas nacionales.

 

Desde el ministerio de Defensa indicaron, el 17 de enero, que “durante el año pasado no se han detectado ingresos de buques ilegales dentro de nuestra Zona Económica Exclusiva, lo que evidencia cabalmente el éxito del trabajo de disuasión desarrollado durante este período”.  En otras latitudes, como por ejemplo en las Islas Galápagos en Ecuador, entre las 200 y las 205 millas se crea una “zona de exclusión” que no puede ser navegada por nadie. De esa manera evitan conflictos por llegar a un punto muy próximo a la plataforma marina.