Una movilización convocada por las Madres de Plaza de Mayo frente a la sede de la Asociación logró evitar un pedido de allanamiento para inventariar el archivo histórico con el objetivo de confiscarlo, según denunció la organización.
La medida había sido ordenada por el juez Fernando Perillo, que entiende en la quiebra de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Perillo había enviado agentes de la policía para allanar el edificio de las Madres en Hipólito Yrigoyen 1584.
Después de la movilización, el síndico de la quiebra y el juez decidieron posponer la medida.
El pedido lo había hecho el rector interventor del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos (Iunma, ex Universidad de las Madres), Javier Buján, designado por el ministro de Justicia, Germán Garavano. Buján es, además, juez de la Ciudad y arguye que el archivo histórico de la organización le pertenece al Iunma, que ya no tiene nada que ver formalmente con las Madres. "Quieren destruir el archivo de las Madres porque quieren destruir la memoria del pueblo. No hay otra explicación que esa", sostienen en la organización. Hebe de Bonafini agradeció a los presentes y cuestionó -sin pelos en la lengua, tal cual es su costumbre- el accionar policial. "Es todo tan falso, tan siniestro y tan mentiroso que me chupa un huevo", concluyó.