Silencioso, sin hacer demasiado bullicio pero con muchas de sus “mañas” intactas, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sigue siendo la persona más cercana al presidente Mauricio Macri. Golpeado por el triángulo que compone el círculo rojo (políticos, periodistas y empresarios), se encuentra a la cabeza de lo que será la estrategia de campaña.
En las últimas semanas puso en marcha “Defensores del Cambio”, una nueva plataforma de voluntariado que tiene su faceta comunicacional, y determinó algunos de los parámetros de cómo serán los esfuerzos vía Whatsapp cuando se inicie formalmente la campaña.
Sin embargo, las críticas que recibió desde diferentes sectores hicieron mella en Peña quien en las últimas semanas se lo vio preocupado por la situación. Alejado del ojo público y desligando la labor de vocero del Gobierno en otros ministros, Peña baraja y da de nuevo.
Lentamente y en paralelo con el resultado final que podrían llegar a tener los comicios no son pocos los que se hacen la misma pregunta: ¿qué sucederá con Peña?
Si Macri pierde
La respuesta más simple que responden en Cambiemos es si se pierde en octubre o noviembre: irse. “Marcos va a ser el que directamente va a tener que irse del país si esto termina mal”, sostienen en el seno de Cambiemos en donde manifiestan que no va a haber lugar para que se recicle. Algunos mencionan que no habría nadie dispuesto a recibirlo.
¿Pero si Macri gana?
Ahí es cuando, por ahora, aparecen dos escenarios. El primero, y deslizado por gente que lo conoce y hace más de 10 años trabaja codo a codo con el jefe de Gabinete, es que centralizaría aún más la mesa y habría un encerrojo más hermético sobre Macri.“Si ganan es toda de Marcos, va a ser el primer jefe de campaña que gana una elección en una recesión, en una crisis económica. Si pasa eso va a tener más poder que nunca”, vaticinan cerca de él. De suceder eso, el Gabinete sería más peñista que nunca y tendría hasta la mudanza a Balcarce 50 de varios hombres suyos que se encuentran en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires.
Ahora, por otro lado están quienes profesan una apertura más grande para garantizar la gobernabilidad. Eso incluso fue ratificado ayer por el ministro de Interior, Obra Pùblica y Vivienda, Rogelio Frigerio, en una entrevista que brindó a Perfil. En ese esquema Peña tendría que soltar varias de las palancas que hoy en día tiene a su cargo.
Hay inclusos quienes ven con buenos ojos que Peña ocupe la Secretaría General, se mantenga a cargo de la comunicación y delegue otras funciones. En este esquema comenzó a sonar de nuevo la chance de que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, apunte directamente a ser jefe de Gabinete y delegue la Ciudad en quien sería su compañero de fórmula: Diego Santilli.
"Yo por algo le dedico el 95% de mi agenda de política a tejer mejores vinculos con Vidal (gobernadora de la provincia de Buenos Aires)", afirmó uno de los históricos laderos de Peña.
En el medio hay varios hombres que supieron tener buena sintonía con Peña que de a poco recuperan el espacio que tenían antes. Uno de ellos es el ex vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, a quien muchos apuntan como un posible ministro de haber una reelección.