La economía comenzó a impactar en el bolsillo de los argentinos, justo en un momento donde se planean las vacaciones de verano y donde la actividad hotelera suele estar en alza. Luego del cierre por la pandemia, los principales puntos turísticos del país tuvieron su pico máximo y celebraban el flujo de familias que vacacionaban, pero ahora, con las medidas del ministro de Economía, Luis Caputo, la situación se revirtió y las reservas se desploman.
Desde el municipio de la Costa, que comprende a las pequeñas playas cercanas, informaron que la ocupación hotelera está estancada en un 31 por ciento, muy por debajo de los niveles de diciembre de 2022, que superaban el nivel del 68 por ciento. En tanto, en Mar del Plata se habla de una baja importante en las reservas, y lo mismo sucede en distintas ciudades balnearias del país y en Córdoba.
Lo que sucede es que, por ejemplo, un departamento pequeño para vacacionar en Mar del Plata cuesta unos 669 mil pesos, sin contar el extra de 4500 por el servicio de limpieza, tan sólo entre la primera quincena de enero, sin contar el pasaje en colectivo, que pasó a costar cerca de 40 mil pesos por persona.
Al respecto, el secretario de Turismo del partido de la Costa, Guillermo Favale, expresó en dialogo con Radio 10 que: "Venía bien el nivel de reservas, incluso el ritmo de consultas, pero eso se frenó a partir del triunfo en las elecciones de Javier Milei. La baja es sensible, menos de la mitad de la gente".
"A nivel hotelero estamos viendo reservas del 60% de la capacidad, el año pasado para esta altura del año, estaba prácticamente todo vendido. Ya se sabía que la segunda de enero iba a tener una ocupación plena", remarcó.
Por otro lado, otros destinos más solicitados, como Bariloche, alcanzó una ocupación hotelera del 85 por ciento, cifra menor en comparación con el verano pasado, con un 97 por ciento. Mientras tanto, Las Grutas, la ciudad más visitada luego de la pandemia, tiene una reserva hotelera y de alquiler que apenas alcanzó el 50 por ciento.
Por otro lado, en la ciudad cordobesa de Carlos Paz, los hoteleros tuvieron que ajustar sus tarifas y, aunque se observa una leve reactivación de las reservas, la ocupación es menor a la del año pasado, con un 70 por ciento.
Además del crecimiento de un casi 50 por ciento en los hoteles y alojamientos, se le suma el precio de los productos y los alimentos, que crecieron según CAME casi un 50 por ciento más de una semana a la otra, con alimentos básicos rondando los 500 o 600 pesos, como la leche y el arroz.
Las vacaciones no solamente impactan en los bolsillos de los hoteleros que no recibirán tantos turistas este año, sino de las familias que deberán hacer un mayor esfuerzo para poder vacacionar o buscarán otras opciones más baratas para poder disfrutar del aire libre.