De cara a las elecciones presidenciales, los acuerdos políticos internacionales tienen cada vez más lugar. En la previa de la CELAC, el presidente de Brasil, Lula Da Silva aterrizó en Argentina y se juntó con el presidente Alberto Fernández con el fin de impulsar el crecimiento del Mercosur.
En una conferencia realizada en conjunto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, los mandatarios revelaron cuáles fueron los puntos claves que trataron en la reunión y explicaron que a raíz del triunfo de Da Silva, el nuevo vínculo entre ambos países tiene un origen de "vinculación estrecha mucho más profunda que durará por las próximas décadas". Por su parte, Fernández expresó su admiración para con el presidente de Brasil, y contó que es lo que más le reconoce como mandatario de un país: Todos saben del cariño profundo y admiración que siento por el amigo Lula. Hace ya 20 años iniciar un proceso político que sacó a millones de personas brasileña de la pobreza. Es un líder y un gran estadista”.
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El presidente de Argentina reveló que para él, este encuentro es el inicio de una nueva etapa ya que entre medio de ambas elecciones, hubo otros mandatarios que les dejaron diversos desafíos políticos y económicos. "Por Brasil pasó (el expresidente Jair) Bolsonaro y por Argentina pasó (el exmandatario Mauricio) Macri y los desafíos que tenemos son muy parecidos". Fernández comenzó a detallar dichos desafíos y expresó que para él el primero tiene que ver con la libertad: "el primer desafío es consolidar la democracia y las instituciones. Quiero que sepas querido amigo que desde Argentina vamos a estar siempre a lado y no vamos a dejar que ningún delirante ataque a la democracia y a las instituciones de Brasil".
Además, teniendo en cuenta los intentos de golpe de Estado que ocurrieron en Brasilia los primeros días de enero por parte de manifestantes bolsonaristas, Fernández afirmó : "No vamos a dejar, insistió, que ningún fascista se lleve de arriba el ataque a la soberanía popular. Nos conocemos y sabemos que nuestros pueblos no quieren odio sino libertad y diálogo, y también quieren bienestar y justicia".
Por otra parte, los mandatarios coincidieron en que tienen la prioridad de integrar a toda América Latina al mundo, y comenzar a trabajar en conjunto para que eso sea posible llevando a cabo una "mayor integración de los países, de fortalecer, hacer más eficiente y potenciar el Mercosur". No obstante a esto, también reveló que tiene un plan para volver a poner en marcha la Unasur, bloque regional que funcionó durante los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
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Otra de las cuestiones que tuvieron en cuenta en la reunión, y que manifestaron una vez terminada, es la de la comercialización entre Brasil y Argentina. “Existe la posibilidad de que el gas de Vaca Muerta llegue a Brasil, así como la "electricidad de Brasil llegue a nosotros". Por su parte, Lula Da Silva expresó que siempre estará agradecido con el país: "Jamás olvidaré la solidaridad del pueblo argentino. Quiero decir públicamente gracias compañero por todo el cariño demostrado en aquel momento y por el cariño en esta nueva relación entre Argentina y Brasil".
El mandatario aprovechó a repudiar a Jair Bolsonaro, y pidió disculpas por “las groserías emitidas por él. Yo digo que es un genocida por la falta de cuidado y de la responsabilidad y por todas las ofensas que le dijo al presidente Fernández". Con miradas cómplices y un acuerdo firme entre ambos, el presidente del país vecino concluyó:"Puedo afirmar que hoy es el comienzo de una nueva historia, estén seguros, Argentina será tratada con el cariño y el respeto que siempre se mereció y ni el fútbol nos dividirá porque los intereses son más importantes y seremos socios en todas las cosas".