Si hubo una lucha por la que el mundo conoció a la Argentina, esta fue la que llevaron adelante las Madres de Plaza de Mayo y los demás organismos de derechos humanos (DD.HH), para exigir primero la aparición con vida y luego que se sepa qué es lo que había pasado con los 30 mil desaparecidos de la última dictadura militar. A 47 años del comienzo de las rondas habituales de todos los jueves alrededor de la Pirámide de Plaza de Mayo, y a días de que Javier Milei y la negacionista Victoria Villarruel se impongan como fórmula presidencial, BigBang estuvo junto a quienes todavía reclaman justicia y que apuestan a derrotar en la calle, al nuevo gobierno ultraderechista.
"Es una ronda mucho más masiva que la de todos los jueves. Tomamos nota todos de que hay que estar en la calle, porque la forma real de defender los derechos democráticos es luchando. No hay otra forma. Ningún gobierno los ha garantizado. Si ves a Argentina en los últimos 40 años, un gobierno hizo leyes de Obediencia Debida, el otro el Indulto. Lo que se consiguió fue mediante la lucha. Y acá pasa lo mismo, porque no es un tema del pasado nada más, es un tema del presente", aseguró el legislador porteño y dirigente del Partido Obrero, Gabriel Solano.
Las organizaciones de izquierda estuvieron presentes en esta primera ronda tras la victoria de Milei, en la cual se puso especial énfasis en la disputa contra el negacionismo de los crímenes de lesa humanidad que cometió el autodenominado Proceso de Organización Nacional. "Porque Milei dice que no hubo 30 mil desaparecidos, que no hubo terrorismo de estado, pero dice que no se puede luchar, que si luchamos nos va a mandar la represión, y cuando dice eso, a la vez dice otra cosa más grave, que va a haber despidos, que va a haber reforma laboral, privatizaciones, eso va a llevar a que haya luchas populares. Si la respuesta va a ser la represión, va a haber un conflicto social muy grande", reconoció Solano.
Aun en el medio de la amenaza de una escalada represiva, y con mucho agite en las redes sociales para salir a "cazar zurdos" como en los 70, las organizaciones políticas combativas tienen una apuesta de que a Milei se lo puede vencer en la calle y con la lucha social. "La ronda de hoy fue realmente muy masiva, demostrando que hay todo un sector de la población que no lo votó, que votó en blanco, que votó a Massa incluso críticamente, que va a salir a resistir a la calle cada una de sus medidas y que no van a pasar, como él quisiera que pasen", caracterizó Vanesa Gagliardi, legisladora porteña del MST en el Frente de Izquierda - Unidad (FIT-U).
"Nosotros pensamos que lo tiene que enfrentar todo el pueblo. Milei para nosotros es un facho, pero está muy lejos de tener hoy las condiciones políticas para poder derrotarnos. Si los trabajadores se unifican y pelean, le vamos a ganar. Por eso la pelota está en el campo nuestro ahora. Por ejemplo, ¿qué va a hacer la UOCRA después de que se anunció el fin de la obra pública? La pelota está en el campo popular", sumó Solano a la interpretación de que se puede impedir el programa del gobierno entrante.
"Lo que está claro es que va a haber un plan motosierra contra el pueblo trabajador, pero que va a haber resistencia y lucha como lo estamos haciendo hoy", expresó por su parte Juan Carlos "Gringo" Giordano, diputado nacional de Izquierda Socialista en el FIT-U. "Que hoy haya fórmula negacionista en el gobierno es un peligro, es una amenaza porque puede haber inclusive posibles indultos, posibles amnistías. Lamentablemente el hartazgo popular contra el gobierno peronista, fortaleció y llevó al gobierno a un ultraderechista", agregó.
El referente del Polo Obrero Eduardo Belliboni, también se acercó a manifestarse en las rondas. "El negacionismo que ha ganado el último proceso electoral, hay que combatirlo en las calles con la movilización, como lo hicieron hace muchos años las Madres cuando empezaron a dar vueltas a esta pirámide", propuso. "Hay que movilizar al pueblo, organizarlo para pelear por las reivindicaciones y por supuesto para reivindicar los 30.000 desaparecidos, luchar contra el negacionismo y decir fueron 30.000, fue genocidio", añadió.
Como estuvieron representados los integrantes del movimiento de desocupados, también lo estuvo parte del sindicalismo más enfrentado con Milei. "Nos parece que hoy fue importante la convocatoria porque es un lugar de partida, un lugar desde donde la sociedad puede reencontrarse, repensarse y ver que hay un lugar de la resistencia. La Plaza de Mayo es el lugar de los hechos históricos más importantes, desde echar a los ingleses, hasta el 17 de octubre, todo pasó por acá. Hoy hay que iniciar una nueva etapa, y nos parece importante, acompañando a las madres de Plaza de Mayo, que todos los jueves durante 40 años nos invitan a resistir", definió Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital.
Toda esta enorme solidaridad con una pelea tan importante de la idiosincrasia argentina, fue felizmente percibida por esas mujeres que todavía no bajan los brazos y con más de 90 años dan pelea contra la impunidad. "Hoy sentí que no está todo perdido. Que tenemos mucho para hacer y que tenemos que seguir de cerca toda la situación", reveló Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
"Ante cada ley o cada expresión que sea contra el pueblo, hay que salir, y sin violencia hay que contestar. Que acá hemos vivido una dictadura cívico militar religiosa, que dejó una pena tan grande con 30.000 desaparecidos, con niños apropiados, con gente que fue arrojada al río viva y adormecida. La Argentina vivió un drama muy grande, que es el terrorismo de Estado, y nosotros no vamos a parar ahora porque ese gobierno ha tenido expresiones contrarias a lo que son los DDHH. Vamos a seguir porque hace 47 años que estamos en la calle", afirmó tras terminar la ronda.
Para ellas, para quienes siempre dieron su pelea sin miedo a represalias como lo haría cualquier madre, existe una preocupación alrededor de que la dinámica de las luchas sociales termine desencadenando una represión fascista como la que sufrieron sus hijos, con patotas en las calles asesinando a dirigentes y militantes sociales, para poder hacer pasar un ajuste contra las condiciones de vida de la mayoría. "Nos preocupa mucho", aceptó Cortiñas. "Porque primero no queremos más represión en este país. Queremos que nos podamos expresar libremente, y con todo respeto. Entonces responderemos sin violencia, pero con fuerza, esto no es para nosotros, esto no nos gusta, esto ya lo vivimos y 'Nunca Más' queremos vivir con la violencia estatal", explicó.
En el mundo de la izquierda también existe esta discusión, aunque hay posiciones variopintas respecto a si podría estallar una bomba en la Argentina que derive en una experiencia fascista como las que se vivieron en el Siglo XX en todo el mundo. "Desde el MST siempre explicamos que el fascismo, en todo caso, es una construcción. Milei puede decir muchas cosas. Ahora tiene que ver si las puede llevar a cabo, y este es un país que hoy por ejemplo en la Plaza, está demostrando que tenemos memoria, y que en el camino de seguir la lucha, no vamos a permitir que Milei pueda construir cualquiera de las cosas que quisiera", develó Gagliardi. "Sí ponemos una alerta en que esto es la ultraderecha, pero para que no se convierta en otra cosa, hoy más que nunca es fundamental salir a las calles", detalló.
"Nosotros como partido sufrimos un ataque derechista, con gente que estando abierto nuestro local con reunión de compañeras y compañeros adentro, hicieron un simulacro. Se filmaron, lo difundieron, inclusive con un arma. Bueno, hicimos la denuncia, no quedó en la nada, y evidentemente de que hay ese tipo de amenazas, y por supuesto que tenemos que estar atentos que el gobierno de Milei, puede llegar a envalentonarlos. Ya hay videos de gente, de patotas que dicen 'ojo, si ganan la calle'. Es un hecho que tenemos que tener la guardia bien alta, pero eso no es para generar miedo ni nada por el estilo. Sí decir que hay una peligrosidad enorme, pero siempre apostar a la movilización", señaló por su parte Giordano.
Su organización, inclusive, fue la que aportó una cuota de audacia a la decisión general que tomó el FIT-U de no apoyar a nadie en el ballotage. "Nosotros hemos tenido una táctica electoral de votar tácticamente y sin ningún apoyo a Sergio Massa, para que no asuma un derechista. Bueno, no se logró por el desastre del gobierno. Pero ahora estamos en una nueva etapa, un nuevo capítulo, un gobierno de ultraderecha no había existido bajo estas características desde hace 40 años, así que bueno, la respuesta es siempre apostar a la lucha, la movilización de manera unitaria", indicó.
"Estoy seguro de que cuando se vean las consecuencias de su política, va a haber un cambio muy rápido del estado de ánimo de la gente. Y lo he visto en toda América Latina esto, que un gobierno gane con el 60 por ciento y a los cuatro meses tiene el cuatro de aprobación popular", afirmó Solano sobre el escenario abierto de lucha social. "A no desesperar. A no bajar los brazos. Acá hay que pelearla", insistió.
El dirigente se refirió a la declaración de Mauricio Macri que buscó convocar a los jóvenes a enfrentarse a las movilizaciones sociales y populares. "La juventud que votó a Milei, para mí, cuando Milei ajuste va a salir a tirar piedras con nosotros. No consideremos, y es clave, que la juventud que votó a Milei está perdida para la causa popular. Sería un error. La juventud que votó a Milei lo hizo porque está desesperada: no tiene futuro, laburo, educación como corresponde. Tenemos que dirigirnos a ella. La tenemos que ganar. No le vamos a regalar la mayoría de nuestra juventud a un facho como Milei", refrendó el del PO. "A la juventud que votó a Milei, la tenemos que ir a buscar porque es nuestra y no la vamos a considerar nunca una fuerza de choque de los fachos. No es así", sumó.
Quien analizó la situación desde una perspectiva más global fue Catalano. "Es un proceso neocolonial. Es algo totalmente distinto. El facismo va a ser una consecuencia de una parte de ese sector, que va a tener una práctica sobre la comunidad. Pero estamos hablando de una nueva resignificación de lo que es la autoridad en el país, y que es una autoridad que viene regida por la Embajada de Estados Unidos y la Embajada de Israel, que tiene un asiento determinante en Washington, y lo que se está tratando de instalar es la pérdida de la soberanía política, la soberanía económica, la soberanía cultural, la soberanía alimentaria. Estamos frente a un proceso de colonización", analizó.
"Si esperan un escalada represiva, quiere decir que van a violar la ley", advirtió Belliboni. "La protesta en la Argentina, todavía no es ilegal. Si Milei la quiere ilegalizar, lo tiene que decir abiertamente, porque las protestas van a surgir. Si está anunciando que se va a cerrar la obra pública, y pueden quedar 250.000 trabajadores de la construcción despedidos, ¿cómo no va a haber protesta? Si hay un proceso de devaluación, que va a dejar a los jubilados, a los trabajadores, a los desocupados sin un banco en el bolsillo, ¿cómo no va a haber protestas? Aquel que dice que quiere prohibir la protesta, no piensa en resolver los problemas", describió el dirigente piquetero.
"El ajuste ya se está aplicando. Los aumentos son brutales en el día de hoy, es necesario que salgamos a pelear mañana por esto, pero lógicamente se va profundizar con un presidente que dice que el mercado es el que tiene que dominar la economía. Bueno, el mercado hoy está haciendo que los productos de primera necesidad aumenten un 40, un 50 y hasta un 70 por ciento. Eso es el mercado, es decir, es el zorro en el gallinero, y contra eso vamos a pelear", fundamentó Belliboni.
"Vamos a seguir, hemos visto en la plaza una gran convocatoria, pero realmente las Madres no hicimos convocatoria y dejamos que el pueblo diga lo que quería, y quiso venir a expresarse. Nosotros recogimos esa emoción de hoy del pueblo y vamos a tratar de acompañarnos mutuamente para salir adelante y poder responder a cualquier metodología que use este gobierno, para que no puedan seguir ellos adelante con muchas cosas que prometieron y que no nos gustan", reconoció Cortiñas.
El programa que impulsó Milei ya se aplicó en la Argentina y en el planeta, y no existió país del tercer mundo a donde haya traído prosperidad. Las calles prometen ser un escenario en disputa y un lugar en el que se va a poner en juego si el ajuste pasa o no, y a qué costo.