20 Febrero de 2020 10:11
El empresario Alejandro Vandenbroele negó haber recibido dinero de parte del gobierno de Mauricio Macri para direccionar su declaración como arrepentido en el juicio por lavado de dinero contra Amado Boudou, luego de que semanas atrás saliera a la luz que el programa de Protección de Testigos le había otorgado un millón y medio de pesos para montar un hotel boutique en Mendoza tras la condena de la Justicia al ex vicepresidente por el caso Ciccone.
Vandenbroele sostuvo en una entrevista con la web Infobae que su declaración como arrepentido fue "libre" y "no pagada por nadie". También aseguró que su testimonio no fue bajo presión y aseguró que no recibió dinero para apuntar contra Boudou por el caso de la imprenta calcográfica Ciccone. “No es un hotel, es una posada, no es lo mismo”, aclaró luego en otro reportaje a La Nación el supuesto ex testaferro de Boudou. Además, indicó que "es mentira" que le pagaron para convertirse en arrepentido: "Si alguien me pagó fue ese grupo de Boudou, de (Jorge) Brito (en referencia al dueño del Banco Macro) y de (Gildo) Insfrán", en alusión al gobernador de Formosa.
De todos modos dijo que no puede dar precisiones respecto a por qué el Programa de Protección de Testigos le entregó la suma de dinero ya que está “sujeto al régimen de confidencialidad”. “Tuve que dejar de trabajar por razones de seguridad y está previsto por ley que a cada protegido se le asigne una suerte de 'mensualidad' para mantenerse, primero, y para reinsertarse en la sociedad cuando el régimen se flexibiliza”.
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Es una posada, no un hotel. La abrí con apenas dos habitaciones y sin aire acondicionado".“Desde mediados de 2019 dejaron incluso de girarme ese dinero”, se defendió Vandenbroele, quien negó haberse reunido con Mauricio Macri, Marcos Peña o Germán Garavano, aunque sí contó que tuvo una conversación con Patricia Bullrich y el ex secretario de Seguridad, Gerardo Millman, por un contacto que tuvo a través de la familia de su ex esposa, Laura Muñoz. “No me ofreció solucionarme nada, sólo me dijo 'usted y su familia van a estar en Protección'”.
Según la denuncia, Vandenbroele había solicitado el monto para el armado del hotel en la zona de Chacras de Coria, una coqueta zona de bodegas y hoteles boutique a 15 minutos de la capital mendocina. “Mi padre y un hermano tuvieron que salir como garantes para firmar el contrato de alquiler”, justificó el arrepentido devenido en empresario hotelero. Según reveló El Destape semanas atrás, la suma de un millón y medio fue en varios pagos.
Por el caso, el juez federal Ariel Lijo, quien tuvo a cargo la causa por el caso Ciccone, presentó una denuncia, a la que se sumaron como denunciantes el propio Boudou, de la mano de sus abogados, Graciana Peñafort y Alejandro Rúa. El presunto delito es investigado por la fiscal federal Paloma Ochoa.
Vandenbroele le bajó el tono a las denuncias e incluso dijo que “una amiga decoradora” le prestó muebles porque se fue a vivir a España. “Abrí la posada con apenas dos habitaciones y sin aire acondicionado”, minimizó el ex arrepentido, que contó que vive en la misma posada, llamada La Masía.
Además, Vandenbroele negó que el dinero hubiera influido en su confesión judicial. “Fue posterior a mi declaración, el programa de Testigos Protegidos tiene etapas, fue en la fase más laxa que planteé la posibilidad de montar una playa de estacionamiento frente al aeropuerto de Mendoza, pero me rebotaron, después salió esta posibilidad”.