12 Febrero de 2015 11:02
¿Son las variables económicas de un país las que inciden directa y esencialmente en el ánimo de los ciudadanos?. De guiarse por el World Misery Index, elaborado por el economista estadounidense Steve H. Hanke, la respuesta sería sí. Y según este ranking, los países que más desdicha les provocan a sus ciudadanos son, en este orden, Venezuela, la Argentina y Siria. En el otro extremo, entre los menos desdichados, aparecen Brunei, Suiza y China.
¿Cómo surge esta categorización? La ecuación que elabora Hanke es simple: combina cuatro factores económicos. Hay que tener en cuenta que la palabra misery no significa miseria, sino desdicha, aflicción, sufrimiento o hasta tristeza. Es decir, no tiene que ver con carencias materiales, sino con una cuestión que repercute exclusivamente en lo anímico. Algo así como un riesgo país psicológico.
En rigor, el Índice de la Desdicha, como podría traducirse la obra de Hanke, no es un invento o algo nuevo, sino una reelaboración de una fórmula utilizada en el ámbito académico norteamericano desde los años 60.
Profesor de la universidad estadounidense Johns Hopkins, asesor económico de Ronald Reagan y colaborador de un ex asesor de Margaret Thatcher, Hanke no es un desconocido para los argentinos: fue asesor económico del gobierno menemista, presidió el fondo común de inversión Toronto Trust en Buenos Aires en la década del 90 y suele analizar en los medios la disputa argentina con los holdouts.
La ecuación es simple: suma las tasas de desempleo, inflación e interés y le resta el crecimiento del PBI per cápita. Este particular índice se inscribe entre las novedades que incluyen las ciencias económicas respecto de la medición de la felicidad a través de variables de esta materia, como también lo es el índice de felicidad interior bruta o el índice de progreso social.
Él mismo lo explica. "Cada país apunta a bajar la inflación, el desempleo y las tasas de interés, mientras que pretende engrosar el producto bruto interno per cápita. A través de una simple suma de las tres mencionadas tasas y la resta del crecimiento per cápita de un año del PBI, construí un índice de desdicha que de forma exhaustiva ordena 108 países basados en esa desdicha", explica el economista Hanke en un artículo que escribió para el Cato Institute, un think tank liberal, donde presentó el índice semanas atrás.
El resultado de ese cálculo es una cifra a través de la cual se ordena a los países, en palabras de Hanke, de más "desdichado" a menos "desdichado". Al tope del índice, es decir, el pero país ubicado es, por lejos, Venezuela, con 106,03 puntos, seguido por la Argentina, con 68 puntos. En tercer lugar se ubica Siria, con 63,90; cuarto, Ucrania, con 51,8, y en quinto lugar Irán, con 49,10.
Entre los más favorecidos por la ecuación de Hanke aparece como menos "desdichado" Brunei, con 4,94 puntos; después le sigue Suiza, con 5,39; luego China, con 5,69; Taiwan, 5,91, y Japón 6,18.
Además del puntaje, el índice especifica en cada caso cuál es el factor económico que más contribuye a esa desdicha. Tanto en el caso de la Argentina como en el de Venezuela el factor destacado son los precios al consumidor. En otras palabras, que Venezuela y la Argentina encabezan el índice por su tasa de inflación. Para los tres países que siguen en el ranking, Siria, Ucrania e Irán, el mayor problema que les atribuye es el desempleo.
Según se explica en la misma publicación, el índice está integrado solamente por aquellos países que a la hora de los cálculos contaban con todos los datos que integran la ecuación: tasa de desempleo, de interés de préstamos, inflación y PBI per cápita. ¿Las fuentes de estos datos? El Banco Mundial, la Economist Intelligence Unit, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y The National Bureau of Labor Statistics and Calculations.
Respecto del índice de 2013, la Argentina escaló posiciones: del cuarto peor país según esta escala, avanzó dos casilleros hasta situarse en el segundo. Venezuela, en cambio, mantiene el primer puesto.
Los demás países de América latina se reparten en distintas ubicaciones a lo largo de la lista. El peor ubicado después de Venezuela y la Argentina es nada menos que Brasil, con el 6° puesto, 42,79 puntos y el desempleo como su mayor factor de contribución. Le sigue en el puesto número 25° Uruguay, con 28,37 y las tasas de interés como factor determinante; Paraguay ocupa el 29°, con 27,01; Perú el 49°, con 20,09, y Colombia en el 50°, con 19,61.
Entre los mejores latinoamericanos ubicados aparece Ecuador en el puesto 73° y 13,72 puntos; Chile en el 70°, con 14,42 puntos, y Bolivia en el 53° con 18,38 puntos. Por su parte, Estados Unidos quedó ubicado en el puesto 95°, mientras que España quedó relegado al 16°.
El Misery Index, sin embargo, no es un invento del profesor Steve Hanke. El índice original fue creado por el economista estadounidense Arthur Okun en los años 60, durante la presidencia de Lyndon Johnson. Este índice, que ayudaba a determinar cómo les iba económicamente a los ciudadanos estadounidenses, tenía como base sólo dos factores que se sumaban y que influyen directamente en el costo de vida: la inflación y el desempleo.
Steve Hanke retoma este índice -que ya había sido modificado en 1999 por otro economista, Robert Barro, quien incluyó en la ecuación las tasas de interés y el PBI- y lo traslada fuera de los Estados Unidos.