El presidente Alberto Fernández mantendrá un encuentro hoy con el CEO de Vicentín, Sergio Nardelli, en la Casa Rosada para terminar de destrabar los alcances de la expropiación de la empresa agropecuaria luego de que comenzara el proceso de convocatoria de acreedores. De la reunión participará también el gobernador de la provincia de Santa Fe, Omar Perotti, que es donde está radicada la empresa.
La intención del Gobierno es avanzar con un proceso de 60 días de intervención en donde se buscará tener un detalle de la situación de la empresa pero con la decisión de expropiar la pata exportadora de Vicentin, según le adelantaron a BigBang fuentes de la Casa Rosada. La clave estará, y de ahí el objetivo de la reunión de hoy, en determinar el alcance final de la intervención: si es solamente en la parte de oleaginosas o también incluye a la ganadería. “El Estado se quedaría con las herramientas de exportación”, remarcó una alta fuente oficial que aclaró que toda la negociación tiene un ritmo de minuto a minuto.
Ayer el presidente dijo en una entrevista a Radio 10 que mantuvo una conversación telefónica con Nardelli, y que le explicó que "la medida no tiene vocación de perseguir a nadie", sino que "por el contrario, tiene la vocación de que una empresa de esa talla, que es una empresa argentina, siga siendo argentina y que sea rescatada de la situación en la que está".
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La presencia de Perotti en el encuentro no es algo menor, si se tiene en cuenta que además de la deuda de $18.500 millones que mantiene la empresa con el Banco Nación, que representa el 80 por ciento de la deuda financiera que tiene Vicentín, el 26 por ciento de la deuda total concursada es con productores agropecuarios que le vendieron sus granos de la cosecha anterior y todavía no cobraron.
Incluso en la Justicia de Santa Fe, donde se tramita la convocatoria de acreedores, se vieron sorprendidos por la rapidez con la que se cada uno de los acreedores logró demostrar la veracidad de la deuda que mantenía la empresa con ellos, algo que en este tipo de procesos suele demorar varias semanas.
En concreto son cerca de 2.000 productores (entre pequeños y medianos) que no recibieron el pago por su cosecha lo que generó una fuerte preocupación en Perotti, por el impacto en la economía. A esa situación se le suma que en varias localidades del interior de Santa Fe la actividad agropecuaria es el principal motor económico y cualquier parate afecta a todos los rubros.
Por ese motivo el propio Perotti le remarcó en varias oportunidades durante la semana pasada a Alberto Fernández la necesidad de que el Gobierno tome una decisión para evitar que el problema sea mayor.
Sin embargo el anuncio del lunes cambió el panorama. Es que en charlas previas con Perotti, de las cuales el gobernador no habló ni siquiera con sus colaboradores, se acordó darle una solución a la situación de los productores y no avanzar con la expropiación de toda la empresa, como se anunció en un principio. Ese cambio, sumado al descontento de varios empresarios, generó diferentes protestas en la provincia - puntualmente en la localidad de Avellaneda, donde está ubicada Vicentin - que generaron una pequeña crisis en el Ejecutivo provincial. De ahí la preocupación de Perotti, que procuró apoyar cada iniciativa de la Casa Rosada.
Un dato no menor, y que sostienen en la Casa Rosada fue determinante a la hora de accionar sobre Vicentin, es que a oídos de Alberto llegó la noticia de que al menos dos de los principales grupos exportadores del mundo estaban interesados en adquirir la terminal portuaria que tiene la empresa santafesina desde 2014 luego de una inversión de más de USD 1.000 millones. El temor en la Casa Rosada es que avanzaran con una oferta sólo para esa parte de la empresa dejando el resto sin solución.