25 Enero de 2018 17:50
A fines del 2017, María Eugenia Vidal ordenó la disolución de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), el organismo encargado de encarar obras en escuelas y jardines de infantes bonaerenses.
Vidal encara el vaciamiento del Programa de Orquestas y Coros del Bicentenario.
La decisión, además de dejar sin trabajo a alrededor de 100 personas, hace tambalear ahora a otras dependencias provinciales cuya liquidación de sueldos dependía de esa sección.
Una de ellas es el Programa de Orquestas y Coros del Bicentenario, creado en el 2008 con el objetivo de ofrecer educación musical a jóvenes de sectores vulnerables.
Los profesores que trabajan en el proyecto no reciben su salario desde agosto del año pasado. Algunos de ellos ya comenzaron a recibir despidos a través de mails y sin la firma de ningún responsable.
"El programa llevaba a más de 20 mil pibes la posibilidad de formarse musicalmente y romper con la exclusividad de la clase alta para agarrar un violín o un oboe", explicó vía Twitter una de las docentes.
Según explicó, el desmantelamiento del proyecto comenzó de a poco, cancelando los viajes de los chicos a otras provincias y "borrando" la articulación con el gobierno nacional. "Ahora encima la provincia decide quién queda y quién se va avisando por mail", se lamentó.
"Ese derecho ya no existe"
La orquesta en la que trabajaba la profesora era la que funcionaba en la Villa Itatí de la localidad de Don Bosco (Quilmes), y ya había sido cerrada en el 2016 ante la zozobra en la que navegaba el programa.
"Seguimos yendo a laburar aún sin cobrar, porque las orquestas son un derecho de los pibes", señaló. "Recién en septiembre recibimos el primer sueldo. Nos venían a controlar pero no pagaban. Seguimos así dos años: con retrasos de más de cuatro meses y yendo siempre. Conseguimos otra escuela que nos deje entrar cuando nos cerraron la nuestra. ¡Los profes y los pibes gestionamos un nuevo lugar! La provincia no respondía".
"Los pibes iban por el barrio, entre los pasillos, con sus instrumentos a cuestas", recordó la docente. "Las familias lloraban en los conciertos, increíble ver a su hijo ahí. Hoy ese derecho ya no existe para ellos. Y sus profes nos quedamos en la calle".
