Aunque cruzaron por primera vez palabras el primero de diciembre de 2015, cuando coincidieron en el auditorio del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires por la entrega de unos premios organizados por la revista Noticias, el domingo pasado fue la primera vez que Susana Giménez recibió como “invitada única” a María Eugenia Vidal.
Vidal visitó el domingo a Susana, por primera vez como invitada central.
Según los datos que manejan en la Gobernación, la presencia de Vidal en los programa suele elevar hasta un 20 por ciento, en promedio, el rating de los programas televisivos. Pasó con Intratables (la última vez alcanzó picos de 9 puntos cuando generalmente trepa a 5 ó 6 puntos) y también con Mirtha Legrand .
El renovado vínculo de Vidal con Susana
Susana ya había dejado en claro su apoyo incondicional a Mauricio Macri, pero pocas veces se la escuchó hablar de Vidal. “Me encanta, la amo”, reconoció la diva en una entrevista publicada en el libro “La otra hechicera”, del periodista Ezequiel Spillman. “Nos vimos en dos oportunidades: en la asunción de Mauricio como presidente y en los premios. En esos encuentros me transmitió una paz y una tranquilidad muy grandes”, destacó.
Pronto se volverían a ver las caras. Y es que la presencia sorpresa de la gobernadora durante la primera entrevista que Macri dio en el living de la diva como presidente fue, junto a la divertida participación de Antonia, uno de los platos fuertes de la noche. La producción tomó nota.
Postal del primer encuentro: fue en diciembre de 2015 en el auditorio del MALBA.
“¿Entre Susana y Mirtha con quién me quedo? Con la 'Chiqui'”, confesó la gobernadora bonaerense tiempo atrás durante una entrevista. Y sus apariciones televisivas respaldan su postura: a Legrand la visitó más de media decena de oportunidades y hasta fue el lugar en el que eligió romper el silencio tras la captura de Martín Lanatta, el último en caer de la fuga que a finales de diciembre se convirtió en su primer desafío de gestión.
"La otra hechicera", el libro del periodista Ezequiel Spillman.
“Quienes la acompañaron durante esos meses aseguran que la por entonces candidata se sentía muy cómoda en el ciclo de 'La Chiqui' Legrand porque era como 'estar en la mesa de una tía'", explica Spillman en su libro La Otra Hechicera, donde además se puede leer:
"La efectividad del mensaje de Vidal funcionaba mejor en los programas en los que 'puede comunicar lo mejor que tiene, que es su sensibilidad frente a los temas sociales'. Y así, María Eugenia asistió durante su campaña en tres oportunidades al programa de Legrand, en el que siempre le dieron el lugar más destacado de la mesa: el primer asiento del margen derecho de la conductora”, agrega el escritor.
Vidal, más firme, pero más íntima: la elección de mostrar a sus hijos
María José, Pedro y Camila: los hijos de Vidal y Tagliaferro acompañaron a su mamá.
Con nueve meses y diez días de gestión en su haber, Vidal dejó atrás las mediciones de la campaña, aunque su equipo de comunicación sigue atento a las repercusiones de sus palabras. Más relajada y lejos del acelere de la campaña, la gobernadora aceptó un mano a mano con Susana en el que, sabía, se iban a abordar temas políticos como familiares. Fue la primera vez que Vidal estaba sola frente a la diva.
Aunque habla de sus tres hijos cada vez que puede, lo cierto es que Camila, María José y Pedro Tagliaferro tienen una exposición muy cuidada y reducida. Su seguridad y “normalidad” son una de las cosas prioritarias, tanto para la gobernadora, como para su ex marido. Por eso llamó la atención la presencia de los chicos, quienes salvo “la del medio”, no se mostraron muy cómodos con la idea de aparecer en televisión.
Conocen como pocos los estudios de los principales canales del país, pero siempre se mantuvieron detrás de cámara. De hecho, un “poncheo” no autorizado a sus hijos menores en el ciclo “Intratables” hizo enardecer a la gobernadora, quien a su círculo íntimo siempre le repite: “Con los chicos no”.
"Antes de ser gobernadora tenía asistencia casi perfecta a todas las reuniones del colegio y actos escolares. Ahora a algunos todavía voy, trato, pero sé que no puedo ir a todos
Con la cargada agenda bonaerense a cuestas y su ex marido en la municipalidad de Morón, Vidal intenta que la vida familiar se mantenga lo más normal posible. “Antes de ser gobernadora tenía asistencia casi perfecta a todas las reuniones del colegio y actos escolares. Ahora a algunos todavía voy, trato, pero sé que no puedo ir a todos”, reconoció.
Lejos de la tranquilidad con la que respondió sobre su gestión, incluso cuando tuvo que hablar de dos temas candentes como la inseguridad y el narcotráfico, la gobernadora sorprendió al revelar detalles de su intimidad. Como por ejemplo: la vez que logró “caer de sorpresa” al colegio privado al que asisten.
“Hace un mes, por ejemplo, tenía un viaje al interior un viernes que se canceló a último momento por problemas de logística. Entonces, como no pudimos ir, les caí de sorpresa a buscarlos”, recordó. Pero la reacción no fue la que esperaba. “El más chico (Pedro) estaba contento, pero la que ya es adolescente (Camila) me miraba como diciendo: '¿Por qué te ponés cerca de la puerta? ¿Qué hacés mamá?'. El más chico, que va a cumplir nueve, me festejó. Estaba contento”, se consoló.
Fueron contadas las veces que Vidal accedió a mostrar a sus hijos. Una fue la entrevista que le dio al ciclo Periodismo para todos de Jorge Lanata. Fue luego de su victoria en octubre y eligió mostrarse en su rol de madre, uno de los bastiones de su campaña. Tranquila, la ahora gobernadora mostró su modesta cocina, la heladera cargada de imanes que colgaban cartelitos con mensajes como “Mamá, te queremos”.
En esa oportunidad, fue la mayor quien dio la nota. Mientras las cámaras mostraban al menor tomando la merienda en su taza del club San Lorenzo y a Vidal chequeando con atención su cuaderno de comunicaciones, Camila entró en escena y protagonizó un divertido cruce con su madre.
Vidal: “Hay, qué te acomodás el pelo. ¿Qué te hacés la linda?”
Camila: “Basta”
Vidal: “No te hacés la linda, sos linda”.
Los piropos de Susana a Vidal
“No solamente es la primera gobernadora que tenemos en el país, sino que además es la dirigente con mayor grado de credibilidad en este momento. Es una cosa fabulosa”.
“Uno la ve tan chiquita, tan bebita. Parece una mosquita, incapaz de matar a nadie, pero tiene una garra”.
“Es una mujer que hace cosas muy buenas y que no le tiene miedo a nada, ni a todas estas amenazas”.
“No se imaginaban que una mujer iba a tener toda la garra que tenés vos para meterse con la Policía y para despedir a la gente corrupta”.
“La televisión lo muestra todo y la gente te ama porque ve que le estás diciendo la verdad, que le estás hablando desde el corazón, desde adentro”.
Su estética, la separación y la nueva vida en la base aérea
Sobria, aunque elegante, Vidal reconoció que odia perder tiempo pensando los conjuntos que usará, incluso para los actos oficiales a los que sabe que asistirán todos los medios. “La ropa no la pienso a la mañana, la preparo los domingos a la noche”, reconoció, y explicó: “Me levanto entre las seis y media y las siete y cuarto. Tengo una hora para hacerme todo: bañarme, cambiarme, peinarme y maquillarme, por más que uso poco. No puedo pensar la ropa”.
Aunque su vida cambió de modo radical el 10 de diciembre, hubo otra fecha que la marcó por completo. El lunes 14 de marzo, después de sólo 95 días en la Gobernación, Vidal y su marido, Ramiro Tagliaferro, anunciaron su separación después de 18 años de matrimonio y más de dos décadas de relación.
Vidal y Tagliaferro se separaron en marzo de 2016
“¿Creés que estar tan metida con tu trabajo complicó tu matrimonio?”, preguntó la diva para adentrarse en el capítulo de su separación. “No, no creo que un matrimonio se termina por una sola cosa, siempre hay muchas cosas. Uno siempre piensa que a uno no le va a pasar, pero también te puede pasar. Fue difícil para los dos. Lo más lindo que hice en la vida lo hice con él, porque tengo tres hijos hermosos”.
Un poco incómoda por el tenor de la cámara y bajo la atenta mirada de sus tres hijos, Vidal agregó: “Fue difícil para los dos, pero pusimos bien el foco en que los chicos estuvieran bien. Y están bien, pese a que no tienen padres muy normales, dentro de lo que pueden están bien”.
Estuvieron juntos durante la campaña del año pasado
Aunque la intención de abandonar la casa familiar de Castelar para instalarse por seguridad en la Base Aérea de Morón fue previa a la separación, la mudanza también implicó un cambio radical en la vida de los Tagliaferro-Vidal.
“Era difícil encontrar un lugar con condiciones de seguridad. Pero ahora tienen un poco más de parque, pueden andar en bicicleta, algo que antes no podían”, destacó, y reveló una interna familiar entre sus hijas, quienes hasta ahora compartían dormitorio y solían pelearse muy seguido por la ropa y el espacio en el placard. “Hicimos un cuarto para cada uno para que no se pelearan más”.
Maria Eugenia y Ramiro conservan una buena relación a pesar de la separación
Aunque se cansó de aclarar que no tiene miedo pese a las constantes amenazas en su contra, la gobernadora destacó que el cambio de domicilio la relajó. “Estoy más tranquila cuando me voy de mi casa. Me siento más segura. La verdad es que fue una tranquilidad para toda la familia”.
Tagliaferro se mudó también, pero a un departamento más chico en Morón. “Los días que los chicos están con el papá me quedo trabajando un poco más, porque ya sé que no los voy a ver. Pero, sino, intento volver siempre a las nueve para poder cenar, ver los cuadernos del colegio, firmarlos y escuchar cómo les fue en el día”.