La Ley Ómnibus está en pleno tratamiento dentro del recinto del Congreso. Sin embargo, puertas afuera están los y las ciudadanas que se convocaron a través de organizaciones sociales y políticas para manifestarse en contra del ajuste fiscal que pretende el gobierno libertario que no hace más que encarecer el costo de vida de los argentinos.
Puertas afuera del Congreso también se autoconvocaron jubilados y jubiladas, estudiantes y trabajadores de a pie que clamaron por justicia social. Hay un síntoma en común: la plata no alcanza, cada vez es más difícil viajar en colectivo, salir a estudiar y hasta el derecho más básico... alimentarse.
La periodista deportiva Débora D'amato expresó con ahínco la situación que está viviendo el país sobre todo en el caso de los jubilados con el recorte en las prestaciones que no llevan a nada más que a la angustia generalizada. En su alocución en el programa "Duro de Domar", Débora confesó que se siente "amargada" por la situación del país: hay argentinos que trabajaron toda su vida y no les alcanza para comer y para comprar remedios al mismo tiempo.
La palabra que más resonó en el discurso de D'amato fue "empatía". Una expresión que se ve aplacada por el gobierno libertario que pide "aguantar", que pide "hacer un esfuerzo aunque cueste" y que prometió que al ajuste lo pagaría "la casta" pero que en la realidad, lo terminaron pagando trabajadores y jubilados.
Represión, golpes y detenciones en el Congreso
Desde muy temprano en la mañana la fuerzas federales de Patricia Bullrich estuvieron apostados en la Plaza de los dos Congresos armados hasta los dientes. Cascos, palos, escudos, gas pimienta, gases lacrimógenos eran sostenidos por cientos y cientos de oficiales que cumplían el protocolo "antipiquetes" de la ministra de Seguridad. Durante el tratamiento de la ley que duró más de 14 horas sin conocerse el texto final que se está debatiendo.
Manifestantes de partidos de izquierda mantuvieron una tensa relación con la policía durante el día hasta que finalmente llegó la represión. De hecho, Eduardo Bellinoni, referente del Polo Obrero fue uno de los que sufrió los palos de los efectivos. La foto del dirigente tirado en el piso se volvió viral al mismo tiempo que sus palabras: "La Prefectura reprimió y yo estaba en el piso, me golpearon, me arrastraron. Estábamos sentados en el piso con algunos compañeros, nos sentamos precisamente para mostrar que era pacífica la protesta. Sin embargo, no solo nos golpearon, nos arrastraron sino que a mi me pegaron varias patadas en la espalda y me dejaron sin aire. No podía respirar, me dejaron sin aire por los golpes".
Además explicó: "La manifestación lo que quiere es reclamar para que no ocurra esto todos los días, para que no suceda durante cada protesta esto que acaba de ocurrir".
La diputada Myriam Bregman Frente de Izquierda Unidad expresó hábilmente: "Quiero denunciar los hechos que están ocurriendo acá afuera, con un operativo delirante, desproporcionado y que solo cabe en la cabeza de la 'miliquita' de Patricia Bullrich".
Bregman agregó: "Tenemos derecho a manifestarnos, nosotros ahora cuando termine de hablar vamos a hacernos presentes en la manifestación porque queremos ver qué es lo que está haciendo y esperamos que sean muchos y muchas los que vayan a ver esto. Sobre todo los que piensan votar superpoderes a este Gobierno y una reforma penal a Patricia Bullrich, porque esto no se puede normalizar. Díganme con qué excusa montó esa provocación, porque es un hecho inédito".
Sin embargo, la más cruenta de las represiones llegó alrededor de las 23 horas del último día de enero de 2024: cuatro mujeres fueron aprehendidas por personal de la Policía Federal en un intento de despejar fuerzas en el Congreso.
Se las llevaron violentamente, con los brazos para atrás inmovilizándolas como si quisieran escaparse. Una de ellas estaba estupefacta por lo que le estaba sucediendo y cuestionó varias veces a las autoridades policiales por llevársela violentamente.
Alrededor de 30 efectivos de la Federal, sin embargo, siguieron con la detención y hasta golpearon en la boca a una de ellas. Las cuatro mujeres tuvieron que subir al coche de asalto de la policía entre el griterío de los ciudadanos que presenciaron la terrible escena.
Hasta el lugar llegó el diputado de Unión por la Patria, Eduardo Toniolli que gritó: "Soy diputado de la Nación. Dejame entrar, yo voy con ellas". Los intentos fueron en vano porque la Federal también lo sacó violentamente mientras la gente gritaba: "No estaban haciendo nada". Ciertamente, lo único que hacían aquellas mujeres -entre las cuales habría una menor de edad- era cantar el Himno Nacional argentino.