"Hoy estoy acá para decirles que occidente está en peligro. Está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente, se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y, en consecuencia, a la pobreza". Con esas palabras inició su discurso el 17 de enero de 2024 Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos.
En aquella oportunidad, y a poco tiempo de haber asumido, llamó la atención por sus contenidos ideologizados, su defensa del empresario como "benefactor social" y otras definiciones que rozan el ridículo, como el cálculo del PBI desde el año 0 y la igualación sin sentido de las ideas que dividieron al mundo en la Segunda Guerra Mundial, al decir que socialismo, fascismo, socialdemocracia y populismo -entre otros- son lo mismo.
Este miércoles Milei arribó a Zúrich para volver a Davos. Tras un año de un discurso en el cual gran parte del mundo se rió de él, por la falta de claridad teórica de sus postulados, hoy los números los respaldan y muchas de las advertencias que dejó en 2024 fueron el combustible fundamental para que, entre otras cosas, Donald Trump pueda volver a la presidencia de Estados Unidos (EE.UU).
Así será que el economista libertario expondrá el próximo jueves y es probable que allí vuelva a recuperar el protagonismo que tuvo en la anterior edición. Es que es un hecho que esta vez, el descenso de la inflación -recesión y destrucción de empleos mediante- respaldará sus pronósticos apocalípticos y sus definiciones en las que el socialismo se transforma en el fantasma que describió Karl Marx en El Manifiesto Comunista, y comienza a atormentar a todos los presentes.
En esta oportunidad, Milei se dirigirá a la audiencia durante 30 minutos. Los mismo que tenía en 2024, aunque en esa oportunidad le alcanzó con una tercera parte del tiempo para leer atentamente las palabras que tenía preparadas -por él o por asesores- para la oportunidad. Inclusive no se sabe si tocará alguno de los ejes que se propuso el Foro en su convocatoria bajo el lema "Colaboración para la era inteligente".
El presidente argentino estará acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el canciller Gerardo Werthein. Junto a ellos viajaba también el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, aunque los avances en la posibilidad de conseguir un nuevo crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevaron a que se quede para que se ponga al frente de las negociaciones. Un horizonte que se abrió tras la visita de Kristalina Giorgieva a Washington, donde Milei esperaba la asunción de Trump.
A un año de fuertes definiciones ridículas
A la hora de hacer un exhaustivo repaso del discurso de hace un año de Milei, aparecen ciertos elementos imposibles de obviar, en relación a las fuertes definiciones que dio que llamaron la atención por la escasez de abordaje científico. En esa oportunidad calculó, para defender las bondades del sistema capitalista, un "PBI desde el año 0". Una definición imposible por donde se la mire, tanto desde la comparación de una humanidad que producía a través del esclavismo, como por el hecho de que ese tipo de mediciones no existían en tiempos de Jesús.
"La conclusión es obvia: lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre empresa como sistema económico es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia a lo largo y a lo ancho de todo el planeta", afirmaba Milei en su discurso, mientras auguraba que "los ciudadanos de los países libres viven un 25 por ciento que los que viven en países reprimidos".
"El capitalista, el empresario exitoso, es un benefactor social que, lejos de apropiarse de la riqueza ajena, contribuye al bienestar general. En definitiva, un empresario exitoso es un héroe", sostuvo también, en unas palabras que, lejos de parecer una provocación propia de un programa de humor absurdo que construye risas a través de este tipo de definiciones exageradas, se transformaron en una idea fundamental del modelo actual.
El nivel de desconcierto en la audiencia en gran parte europea que lo siguió en aquella oportunidad llegó a su punto máximo cuando, desconociendo por completo la historia mundial, comparó a todos los sistemas políticos que gobernaron ese continente en el último siglo, como si fuera todo lo mismo.
"Con distintos nombres o formas, buenas partes de las ofertas políticas generalmente aceptadas en occidente, son variantes colectivistas. Ya sea que se declamen abiertamente comunistas, fascistas, nazis, socialistas, socialdemócratas, nacional socialistas, demócratas cristianos, keynessianos, neokeynessianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo, no hay diferencias sustantivas", expuso Milei.
"Para finalizar, quiero dejarle un mensaje a todos los empresarios presentes y a los que no están: no se dejen amedrentar ni por la casta política ni por los parásitos que viven del estado. No se entreguen a una clase política que lo único que quiere es perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios. Ustedes son benefactores sociales. Ustedes son héroes. Ustedes son los creadores del periodo de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido", aventuró Milei cerca del cierre.