11 Octubre de 2016 13:03
En medio de los homenajes radicales a Hipólito Yrigoyen, Fernando De la Rúa reapareció para decir lo suyo. El ex presidente de la Nación fue consultado a 100 años del primer triunfo electoral de la UCR y no se guardó nada.
"Es un disparate, una falta de respeto. Querer usar los símbolos radicales en un acto de disidencia interna, cuando ha habido tanta división y tanto conflicto no contribuye a nada, es como una burla", dijo De la Rúa sobre la presencia de Cristina Kirchner en el acto que organizó el radical bonaerense Leopoldo Moreau en el estadio de Atlanta la semana pasada.
"Se veía en el propio gesto de ella, en al timidez, no estaba cómoda", agregó.
De la Rúa cuestionó a Cristina: "Es un disparate, una falta de respeto, una burla"
De la Rúa también habló de la cena que organiza mañana en Parque Norte el embajador argentino en Estados Unidos Martin Lousteau junto a la UCR porteña del ex dirigente de Franja Morada Emiliano Yacobitti. "Es un acto interno para Lousteau, no es de todo el partido", dijo el ex presidente y ex jefe de gobierno de la ciudad para tratar de entender por qué no lo habían invitado.
El ex mandatario dijo que el ex ministro de Economía es una persona "muy capaz y muy inteligente", pero -aclaró- "todavía tiene mucho por andar".
Entrevistado por Radio Belgrano, De la Rúa volvió a defender a Mauricio Macri y alertó sobre la eventual huelga de la CGT si fracasa la reunión prevista para mañana entre el sindicalismo y la Casa Rosada.
"Un paro es un golpe que va para atrás, un golpe que hace mal porque el país tiene que ir para adelante con cierto optimismo, con esperanza", dijo. "El gobierno tiene dificultades que vienen de atrás, como las tenía yo. ¿Y qué? ¿Me van a hacer un paro? Por cosas que estoy tratando de arreglar de lo que dejaron sus amigos. Eso es golpear con la especulación política y para no sacar nada", concluyó.
El ex presidente defendió a Macri: "Un paro es un golpe que va para atrás, que hace mal", dijo.
Finalmente, el ex presidente que se fue en medio de una crisis que causó 31 muertos, evaluó al gobierno de Cambiemos. "Lo mejor es que han cambiado los aires. Vivimos en un clima de libertad, de genuina democracia, donde no hay imposición de ideas, donde puede haber problemas, errores y todo pero el espíritu se expande, se abre, se discute. Lo peor demasiados errores que se rectifican. Lo bueno es que se rectifican, lo malo es que se cometen", concluyó.
