A horas de que comience el debate en el Senado por la legalización del aborto, en el Gobierno hay una confianza y esperan que el proyecto sea aprobado el próximo martes. La discusión del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), junto con la iniciativa para acompañar los primeros meses de los niños -conocida como el Plan de los 1.000 Días- cerrarán el año parlamentario del Senado.
Por ahora, según expresan fuentes oficiales, habría un voto más a favor de la aprobación, pero todavía quedan 5 votos indecisos. A esa cuenta hay que sumarle el estado de salud del ex presidente y actual senador por La Rioja, Carlos Menem. De fallecer, su reemplazo, la actual vicegobernadora de esa provincia, ya se expresó en contra del proyecto.
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El proyecto sobre la legalización del aborto atraviesa los bloques de manera transversal, separando a quienes apoyan la interrupción voluntaria del embarazo y quienes se oponen, sin distinguir la bandería política.
Durante los últimos días, la sanción de la iniciativa tal como llegó de Diputados fue puesta en duda luego de que uno de los senadores aliados del Frente de Todos, el rionegrino de Juntos Somos Río Negro Alberto Weretilneck, solicitó algunos cambios al proyecto porque, de no ser incorporados, se abstendrá de votar. La misma decisión tomarían, según dejaron trascender, algunos representantes de la coalición opositora Juntos por el Cambio.
Sin embargo, voceros del Frente de Todos aseguraron que no avalarán ninguna modificación en el expediente y que buscarán consensuar el apoyo del Senado para que sea ley ese mismo día. En ese sentido, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, aseguró en los últimos días que "no se está analizando introducir cambios en el texto" y endilgó una "mirada corta" a quienes atan la suerte de la iniciativa en la Cámara alta a una idea de victoria o derrota del Gobierno.
"Está bueno aclarar que, en principio, no se está analizando introducir cambios en el texto del proyecto", respondió Gómez Alcorta al ser consultada sobre las versiones que circulaban en ese sentido.
Todavía quedan algunos legisladores que no comunicaron su decisión sobre el proyecto, como las opositoras Lucila Crexell y Stella Maris Olalla. Menem, al igual que el tucumano José Alperovich (de licencia y denunciado por presunto abuso sexual), son fervientes opositores a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
El proyecto fue girado al Senado luego de haber sido aprobado en Diputados el 11 de diciembre, por 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones: un margen más amplio del que había obtenido cuando fue aprobado en 2018. Aquella vez, el expediente chocó con la negativa del Senado, que lo rechazó por 38 a 31, con dos abstenciones y una ausente.
El proyecto de legalización del aborto permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, a la vez que habilita la objeción de conciencia de los profesionales que no están de acuerdo con esta práctica médica. El plazo de la semana 14 no se aplicará cuando el embarazo fuera producto de una violación, en los casos de menores de 13 años o si estuviera en riesgo la vida.
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En los casos de los menores de 16 que decidan abortar, se requerirá su consentimiento y que concurra acompañado por un familiar o un referente afectivo, mientras que las personas mayores de 16 años tienen plena capacidad por sí para prestar su consentimiento. En el caso de que una institución privada no cuente con profesionales para realizar la interrupción del embarazo, deberá disponer la derivación a otra institución en la que sí pueda concretarse, según contempla el proyecto.