Falta poco para el cierre de las listas electorales y el viento (y las operaciones) acomodan a los candidatos. Aunque Patricia Bullrich, quien es precandidata a presidenta de la Nación por Juntos por el Cambio aun no confirmó a su compañero de fórmula, ya surgieron varios nombres. Y uno de ellos incluye a Ricardo López Murphy, a quien conoce cuando ella era ministra de Trabajo de Fernando De La Rúa y él fue Ministro de Economía por solo unos días.
Según los diversos trascendidos que dejan circula desde el ala dura del PRO, hay tres hombres en la vista de Bullrich. Al por ahora precandidato a jefe de Gobierno por la Ciudad de Buenos Aires, López Murphy, se le sumaría el también economista Carlos Melconian, y Maximiliano Abad, presidente de la UCR Buenos Aires y del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Aunque ni Melconian, ni Abad hablaron sobre el tema, López Murphy se mostró muy bien con esa probable propuesta. En una entrevista en Radio Continental, el ex ministro de la Alianza afirmó: “Está siendo evaluado hace tiempo. Me llamaron para medirme. Me sorprendió. Di mi consentimiento y mi voluntad de hacerlo si se daba la circunstancia. Y las mediciones dan bárbaro. Ese no es el punto”. Y declaró sin medias tintas: “No está bajo mi control la fórmula presidencial. Si me fuera ofrecida la propuesta la aceptaría”.
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En tanto, en otro tramo del reportaje, López Murphy lanzó sobre las chances de ser compañeros de fórmula de la candidata elegida por Mauricio Macri: “Esto es como una licitación. No es un tema unilateral. Es un poliedro de atributos. Yo cubro algunos y en otros tengo déficit. Y le pasa lo mismo a otros. Por supuesto que hay otras alternativas”. Y completó sobre Bullrich: “Ella tiene que contemplar mis debilidades en el armado territorial. Yo no tengo una fuerza capaz de asegurar un control territorial de toda la República. Ese no es un tema menor. Va a haber 100 mil urnas. Hay que vigilar 100 mil urnas. No es un tema menor. Yo admito eso”.
En otro punto, lanzó: “La política necesita un armado territorial y si bien tengo muchos partidarios en todo el país no cuento con una organización que tenga un curita en cada parroquia”. Y continuó: “Voy a aceptar de la manera más plácida cualquier tipo de resolución. Va a ser una fórmula comprometida con un programa de gran transformación que requiere de un gran coraje”.
Lo cierto es que Bullrich y López Murphy tienen una larga historia en común. El 5 de marzo de 2001, el Bulldog, como lo llamaban, asumió en el Ministerio de Economía del gobierno de la Alianza, que encabezaba como De La Rúa. Fue nombrado a pesar de la resistencia de Raúl Alfonsín, como jefe del Radicalismo, y de Carlos Chacho Álvarez, vicepresidente y titular del Frepaso, por sus posiciones “ultraliberales y ortodoxas”.
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Sus primeras medidas fueron reducir las cuentas fiscales, bajar los salarios, jubilaciones, despedir empleados públicos y recortar los presupuestos de Salud, Educación y Asistencia Social. Además intentó privatizar las empresas que todavía quedaban en manos del Estado.
En su último discurso había dicho que se eliminaban $ 660 millones de transferencias a las provincias, con un recorte de $ 550 millones. Además dijo que iba a despedir a 40 mil empleados de la planta del Estado de un total de 140 mil. Además anunció que el presupuesto universitario se iba a achicar en $ 361 millones en 2001 y $ 541 millones en 2002; una flexibilización laboral, con la eliminación de los estatutos especiales, recortar en $ 17 millones de la ANSES; un recorte del sistema jubilatorio de $ 127 millones y que desde el 1° de junio de 2001 a los jubilados con haberes superiores a $ 600 se les iba a quitar lo que percibían si tenían un trabajo. Por el fuerte rechazo de la oposición y de la población, su gestión en Economía duró 15 días. Renunció el 19 de febrero de 2001.
En el caso de Bullrich, ella fue ministra de Trabajo de la Alianza y fue la encargada de un brutal ajuste del 13 por ciento en los haberes de los jubilados y de los salarios de empleados del Estado. Durante su gestión hubo desempleo récord, por encima del 21,5 por ciento. En 2015 defendió su labor y aseguró que su gestión le permitió tener reconocimiento y “vigencia política”.
La relación entre Bullrich y López Murphy fue muy estrecha durante el gobierno de la Alianza y tras el fracaso radical impulsaron otra alianza. Bullrich había lanzado una fundación, Ahora Argentina, que fue el antecedente inmediato de su partido Unión por Todos. Y ese partido, creado en 2003, fue el instrumento que utilizó para aliarse con López Murphy para lanzar su candidatura a la Jefatura de Gobierno porteño de ese año, apoyada por el partido Recrear para el Crecimiento del ex ministro de Defensa y Economía. Enfrentó electoralmente a Ibarra y a Macri y quedó en tercer lugar.